Washington, 18 de abril de 2025 — Una jueza federal de Estados Unidos determinó que Google ejerció prácticas anticompetitivas para monopolizar el mercado de publicidad en línea, en una histórica sentencia que podría obligar al gigante tecnológico a reformar su negocio publicitario.

La jueza Leonie Brinkema concluyó que Google “emprendió deliberadamente una serie de acciones anticompetencia” durante más de una década, usando su dominio en servidores de anuncios e intercambios publicitarios para proteger su posición de poder.

“El monopolio de Google causó daño significativo a los clientes, desde grandes medios hasta pequeños blogueros”, afirmó Brinkema. La magistrada dio a la empresa siete días para presentar un plan de medidas correctivas. Google anunció que apelará la sentencia.

Contexto del caso

La demanda fue presentada en enero de 2023 bajo la administración de Joe Biden, y el juicio se celebró en noviembre de 2024 en un tribunal federal de Virginia. El Departamento de Justicia, junto con varios estados liderados por Nueva York, acusó a Google de controlar el mercado de anuncios “banner” en sitios web, fijar precios de forma injusta y limitar la competencia.

La acusación señalaba que Google usaba tres plataformas clave para mantener su “triple monopolio”: su servidor de anuncios para editores, su plataforma para anunciantes y su intercambio de anuncios. Según la fiscal general de Nueva York, Letitia James, esta concentración permitía a Google obtener beneficios “excesivos” en detrimento de trabajadores, medios de comunicación y pequeñas empresas.

Implicaciones

La decisión representa un duro golpe para Google y podría tener amplias repercusiones para el ecosistema digital:

• Posible reestructuración: Si la apelación fracasa, Google podría verse obligado a vender o separar parte de su negocio publicitario.
• Mayor regulación: Reforzaría los esfuerzos para regular a las grandes tecnológicas en Estados Unidos y a nivel internacional.
• Impacto económico: Cambiaría el modelo de ingresos de muchos sitios web que dependen de la publicidad online gestionada por Google.

El caso se suma a otros desafíos legales para Google, incluyendo su reciente derrota en un tribunal federal de Washington, donde fue hallado culpable de prácticas anticompetitivas en su negocio de búsquedas por internet.