El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva criticó la guerra en Ucrania y el impacto del conflicto en los países menos desarrollados, en un discurso pronunciado en la sesión plenaria de apertura de la 15ª Cumbre de los BRICS, en la mañana del martes.

En Johannesburgo, Lula también volvió a defender la reforma de los organismos multilaterales y cuestionó a los países ricos en las negociaciones sobre el cambio climático.

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«En pocos años, hemos retrocedido de una situación de multipolaridad benigna a otra que vuelve a la mentalidad obsoleta de la Guerra Fría y de la competición geopolítica. Es una locura que genera gran incertidumbre y erosiona el multilateralismo», argumentó el presidente brasileño, ante los líderes de China, Xi Jinping, y Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, el primer ministro de India, Narendra Modi, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que representa en el acto al presidente Vladímir Putin.

Objeto de una orden de detención emitida en marzo por la Corte Penal Internacional, Putin no puede viajar a Sudáfrica, donde sería objeto de arresto. Esta mañana ha participado en directo por videoconferencia en la inauguración de la cumbre.

«Sabemos muy bien adónde nos puede llevar este camino. El mundo tiene que darse cuenta de que los riesgos que implica son inaceptables para la humanidad», prosiguió Lula, antes de referirse a la guerra en Ucrania. El presidente saludó los intentos de mediación de paz, en los que Brasil ha tratado de posicionarse, al igual que China y Sudáfrica.

Defensa de la integridad territorial

«Brasil tiene una posición histórica de defensa de la soberanía, de la integridad territorial y de todos los propósitos y principios de las Naciones Unidas», dijo, en alusión al conflicto iniciado por Moscú para apoderarse de regiones ucranianas cuyas poblaciones tienen lazos históricos con Rusia, como el Donbass.

«No subestimamos las dificultades para lograr la paz. Tampoco podemos permanecer indiferentes ante las muertes y la destrucción que aumentan cada día», ha criticado, a pocos metros del canciller ruso, Serguéi Lavrov. «Todo el mundo sufre las consecuencias de la guerra. Las poblaciones más vulnerables de los países en desarrollo se ven desproporcionadamente afectadas», subrayó Lula.

Al mismo tiempo, el presidente defendió los esfuerzos para lograr «un pronto alto el fuego y una paz justa y duradera», lo que sirve a los intereses de Moscú. La medida, advierte Washington, tiende a facilitar la consolidación de la toma de territorios ya promovida por Rusia en Ucrania.

Un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU

Para la presidenta brasileña, el conflicto pone de manifiesto las limitaciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Brasil viene buscando un asiento permanente junto a las potencias nucleares (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido).

La diplomacia brasileña ha estado luchando para que China y Rusia apoyen la antigua demanda de Brasil de reformar la institución a cambio de su apoyo a la apertura de los BRICS a nuevos miembros.

En el contexto de la cumbre, la demanda se ha convertido en conjunta: Pretoria y Nueva Delhi también quieren un puesto permanente en el organismo de la ONU.

La «deuda histórica» de los países ricos en materia climática

Para el brasileño, «la ruptura de la gobernanza global también es evidente en las agendas de desarrollo, financiación y cambio climático». Lamentó que la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU esté «en riesgo en todo el mundo».

«Es muy difícil combatir el cambio climático mientras tantos países en desarrollo siguen lidiando con el hambre, la pobreza y otras violencias. El principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas sigue siendo relevante», dijo Lula, refiriéndose al principio de que todos los países deben tratar de hacer frente a la crisis climática, pero que los más responsables del calentamiento global, los países industrializados, deben asumir la mayor responsabilidad.

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«Los principales responsables de las emisiones de carbono que causaron la crisis climática fueron quienes llevaron a cabo la Revolución Industrial y alimentaron el extractivismo colonial depredador. Tienen una deuda histórica con el planeta Tierra y con la humanidad», dijo Lula. «Tenemos que valorar el Acuerdo de París y la Convención sobre el Clima, en lugar de externalizar las responsabilidades climáticas al Sur Global», insistió. (rfi)

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