Sí, la cafeína puede matarte. En realidad todo puede matarte si subes lo suficiente la dosis, hasta el agua. Un ciudadano británico llamado Tom Mansfield lo ha descubierto de la peor manera posible: falleciendo tras tomar una masiva dosis de cafeína muy superior a la recomendada por el fabricante.

Mansfield, de 29 años, era entrenador personal y estaba en plena forma. La cafeína que ingirió la tomó como suplemento deportivo para mejorar su rendimiento (al parecer es una práctica habitual entre muchos entusiastas del gimnasio). El problema, según informaba la BBC, es que a la hora de medir la cantidad que debía tomar, usó una báscula de cocina que no está indicada para medir cantidades tan pequeñas y midió la cantidad en gramos en lugar de en miligramos.

A resultas de ello, ingirió una dosis varios órdenes de magnitud por encima de la recomendada por el fabricante. Casi inmediatamente, comenzó a sentirse mal, con dolor torácico, y un aumento severo del ritmo cardíaco. Cuando la ambulancia llegó estaba echando espuma por la boca. Los paramédicos trataron de reanimarle durante 45 minutos, pero fue en vano.

Blackburn Distributions, que es la compañía que vende la cafeína en polvo, recomienda una dosis de 200 miligramos, con una ingesta máxima diaria de 400 miligramos. Tras la autopsia, los médicos del hospital encontraron 392 miligramos… por litro de sangre. Una persona que se haya tomado un café bien cargadito arroja una cantidad de cafeína en sangre de entre 2 y 4 miligramos por litro. La causa oficial de la muerte es sobredosis de cafeína.

Si tienes curiosidad por saber cuánta agua, cafeína, sal o cerveza hace falta para matar a una persona, te recomendamos que leas nuestro especial sobre el tema. Quizá también te interese saber cuáles son las cinco sustancias más adictivas del planeta y qué es lo que le hacen exactamente a nuestro cerebro.(Gizmodo)