Decenas de hombres recluidos en unos calabozos del estado Aragua (norte) tomaron como rehenes a cuatro policías en medio de un motín que, según informó este martes la ONG Una Ventana a la Libertad (UVL), se produjo el lunes, en señal de protesta por supuestos abusos de las autoridades en el interior del recinto, donde los agentes continúan retenidos.

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Si bien ninguna fuente oficial confirmó el hecho, la organización no gubernamental explicó que los internos comenzaron la reyerta como medida de rechazo a los «abusos» cometidos por policías que -aseguró- les cobran para acceder a alimentos y para ser trasladados a los juzgados.

«Ya se cumplieron 24 horas y no se ha logrado un acuerdo para la liberación de los funcionarios detenidos -tres hombres y una mujer-. En horas de la noche los detenidos entregaron un video que comprobaba el estado de salud de los secuestrados y les permitieron ingerir alimentos», dijo el director de la ONG, Carlos Nieto Palma.

Otras organizaciones y medios locales han difundido vídeos en las redes sociales que muestran el despliegue policial en las cercanías de los calabozos, así como a los cuatro agentes secuestrados por los reos.

Según estos reportes, el motín empezó el lunes en la mañana, cuando los internos aprovecharon uno de los conteos habituales a los que deben presentarse para someter a los agentes a la fuerza y armar una especie de barricada usando colchonetas y objetos contundentes.

En uno de los vídeos que circulan en las redes sociales, los presos muestran a los cuatro policías para dejar constancia de que no están heridos y de que los han tratado «bien», a diferencia de los atropellos que -aseguran- viven ellos diariamente en los calabozos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

«Estamos recibiendo muchos abusos de estos policías, hay que pagar para recibir alimentos de nuestros familiares, para tener los implementos para cocinar, para ser llevados a los tribunales», dice, sin identificarse, uno de los amotinados, una situación que el OVP y UVL han denunciado en numerosas ocasiones.

Además, subrayaron que, en ocasiones, los policías sancionan a los presos con la orden de mantenerse de pie durante toda la noche o enviándolos a «celdas de castigo».

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«Exigimos ser trasladados a los penales para seguir pagando nuestros procesos», agrega uno de los presos.

Estos calabozos son considerados centros de detención preventiva en los que se retiene durante algunas semanas a personas que enfrentarán juicios o para ser trasladadas a las cárceles, pero cientos de reclusos llevan años en estas instalaciones. (lavanguardia)

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