Washington, D.C. | 6 de octubre de 2025 — En una decisión que marca un giro drástico en la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina, el presidente Donald Trump ordenó la suspensión inmediata de todo contacto diplomático con el gobierno de Venezuela, encabezado por Nicolás Maduro.

La instrucción fue comunicada directamente al enviado especial Richard Grenell, quien lideraba discretas gestiones para explorar posibles negociaciones bilaterales. Según reportes de The New York Times, la orden presidencial pone fin a cualquier iniciativa diplomática en curso y se aplica de forma inmediata.

Contexto de la ruptura

La medida se produce en medio de una escalada militar en el Caribe, donde EE. UU. mantiene desplegados al menos ocho buques de guerra, un submarino de ataque rápido y más de 4,500 soldados. Aunque Washington justifica la presencia como parte de operaciones contra el narcotráfico, Caracas denuncia un intento de “cambio de régimen” y la imposición de “gobiernos títeres”.

En las últimas semanas, fuerzas estadounidenses han destruido embarcaciones vinculadas al narcotráfico, con un saldo de más de 20 muertos. Trump ha declarado que el país se encuentra en un “conflicto armado no internacional” contra los carteles, lo que ha sido interpretado como una justificación para acciones militares sin autorización del Congreso.

El presidente Maduro confirmó recientemente que existían contactos con altos funcionarios estadounidenses, lo que ahora queda oficialmente cancelado. Analistas advierten que esta ruptura podría intensificar la confrontación regional y cerrar las puertas a cualquier vía diplomática en el corto plazo.

La decisión también coincide con el endurecimiento de las sanciones y el aumento de la recompensa ofrecida por EE. UU. para capturar a Maduro, acusado de liderar organizaciones criminales como el Cartel de los Soles y el Tren de Aragua.