Turismo de Cuba intenta mantenerse a flote en medio de la pandemia


LA HABANA, 6 mar (Xinhua) — A casi dos años de la detección de los primeros casos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en Cuba, las cafeterías y bares habaneros usualmente abarrotados con la presencia de visitantes foráneos se mantienen casi vacíos mientras la mayoría de las casas de renta para turistas permanecen cerradas, aunque se lucha por mantener la industria a flote.

Para la vendedora de suvenires, Amelia Pérez, la emergencia sanitaria ha provocado un duro golpe en su economía familiar y reducido notablemente su poder adquisitivo.

«Normalmente los turistas venían y compraban ceniceros, llaveros, sombreros y diferentes objetos para llevarse un recuerdo de Cuba a su país, pero ahora mismo todo se ha hecho más difícil porque el público cubano no compra estas cosas con el mismo entusiasmo», aseveró.

De igual forma, la guía de turismo Yadelys Garriga, quien trabaja para la agencia de viajes San Cristóbal, comentó a Xinhua que estos han sido tiempos complejos para la labor que realiza debido a la baja afluencia de clientes.

«Una gran parte de los guías de turismo se han visto forzados a trabajar en otros sectores de la economía. Antes de que llegara la COVID-19 teníamos una agenda muy agitada. Guiábamos a grupos de observadores de aves, amantes de la naturaleza, la cultura y el patrimonio histórico. Todo eso ahora es parte del pasado», relató a Xinhua.

La nación insular dio la bienvenida a unos 500.000 viajeros internacionales en 2021, lejos de los más de cuatro millones de turistas que recibió en 2019, poco antes de la detección de los primeros casos de la COVID-19 en territorio nacional.

En tanto, los turistas disfrutan de los principales atractivos del país. Tal es el caso del español Miguel Ramírez, quien, vestido con una camisa hawaiana, bermudas y sandalias, disfruta del sabor de los famosos puros cubanos y la piña colada mientras aguarda por la carta en uno de los restaurantes del centro histórico de La Habana.

El viajero de 52 años, quien trabaja como ingeniero en el sector privado de su país, llegó a la capital cubana para estar siete días junto a su familia en medio del clima tropical del Caribe.

«Vine con mi esposa y dos hijos. Hemos encontrado un lugar seguro en tiempos de coronavirus. La estamos pasando muy bien y nos alegra que se cumplan los protocolos de seguridad», agregó.

A apenas unas cuadras, la turista mexicana Elena Cruz toma fotos de los pescadores que prueban su suerte a lo largo del muro del malecón habanero al tiempo que un grupo de taxistas esperan ansiosos por pasajeros interesados en recorrer la ciudad a bordo de los autos clásicos americanos.

«Soy estudiante universitaria y realmente tenía ganas de conocer Cuba. Estamos de paso por la capital para luego visitar el balneario de Varadero. No me quiero ir de aquí sin bailar salsa. Este es una oportunidad para relajarme», precisó.

Cuba recibió unos 86.000 visitantes foráneos en enero de 2022, 64.000 más de los que llegaron a la nación insular en similar período del pasado año, de acuerdo con información del Ministerio del Turismo en la nación caribeña.

El Gobierno cubano ha proyectado un crecimiento económico del 4 por ciento para finales de 2022 con el arribo de alrededor de 2,5 millones de visitantes internacionales.

Para el analista y profesor universitario José Luis Perelló, la apuesta de la nación caribeña, por el momento, son los destinos de sol y playa, porque el turismo de ciudad demorará tiempo en volver y el arribo de cruceros no se ha comportado de acuerdo con lo previsto.(Xinhua/Yosley Carrero)


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