
Amena reunión de periodista amigos de la «vieja guardia»
En esta época de Navidad siempre es bueno reunirse con viejos amigos para recordar momentos vividos, al margen de los hechos cotidianos de la politiquería y los problemas que agobian al país.
Pues esto fue lo que pasó en un reciente convivio de periodistas de la denominada “vieja guardia” que algunos no tan viejos, pero así se hacen llamar.
Amigos como Luis Grádiz, Rómulo Matamoros, David Sierra y su padre el gran “Rambo” Ramiro Sierra, un maestro de que ha formado generaciones de periodistas, Marvin López Zuchini y José Adán Castelar.
También asistieron Armando Villanueva, Lorena Melghem y su esposo y amigo del grupo, Enrique; Félix Cesario Jr., Walberto Castro, Óscar «Papá» Hernandez, Roberto Budde, Marco Tulio Melgar, Mauro Orellana, Gerardo Reina y Henry Becker.
Unos amigos nos hicieron llegar mensajes, como el apreciado Javier Sánchez destacado periodista de La Tribuna quien nos dijo que andaba “jodido” de un dolor en la pierna y no pudo regresar de su pueblo en El Paraíso para estar en la cita y disfrutar de un buen tamal con chile y limón.

Al margen de esos impases, Rómulo Matamoros, ocurrente y siempre en el «ajo», posteó en su cuenta de Facebook el siguiente mensaje acompañado de un par de fotografías lo siguiente:
No fue cualquier día, fue el momento propicio para coincidir en compañerismo y amistad, oportuno encuentro que permitió recordar y compartir anécdotas de juventud, en tiempos universitarios, de una generación única de profesionales de la comunicación que fueron guiados por maestros emblemáticos como Ramiro Sierra, conocido cariñosamente como “Rambo”, Juan Ramón Durán y Miguel Martínez.
El lugar no importó, algunos llegaron tarde porque se perdieron, fue bonito, una época oportuna para olvidarse de las noticias y recordar días, semanas, meses y décadas de verdadera amistad.

Pero amistad sincera, en la que no hubo diferencias de ninguna naturaleza, no se habló de religión, ni de política, de fútbol sí, pero universitario, del que se jugaba en un terrero
Hablamos de experiencias académicas, de momentos, de circunstancias que se dieron, de experiencias, contadas como que ocurrieron ayer.
Esto sólo se da alrededor de una mesa con un nacatamal, con limón y un café.
¿Qué interesante, fortalece el espíritu, el alma y por qué no el corazón?
Encuentros como éstos, gracias Luis y David, llenan de optimismo, aunque no nos veamos seguido, sabemos que la identidad, el lenguaje y la camaradería, siempre están allí.
Habrá nueva oportunidad, de eso estamos seguros, los amigos Lorena y Enrique, dejaron abierta una invitación para que nos reencontremos en su querida Marcala, La Paz Hace 2 horas.