La Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras expresó su inconformidad ante la presencia del embajador propuesto por Israel, Nadav Goren, en una actividad organizada por la Confraternidad Evangélica en la ciudad de La Ceiba, Atlántida.

El evento incluyó una convocatoria a una caminata nacional con tintes espirituales, pero también abordó temas sensibles del contexto político hondureño.

Malestar por posible injerencia diplomática

A través de un comunicado oficial, la Cancillería manifestó su “profundo malestar” por la participación del diplomático en un acto público donde se discutieron asuntos que, según el gobierno, competen exclusivamente al pueblo hondureño.

La institución calificó la intervención como una “transgresión a los principios de no intervención” y un “irrespeto a la soberanía nacional”.

Violación de normas internacionales

El gobierno hondureño subrayó que el involucramiento de Goren contraviene las limitaciones establecidas por los tratados internacionales que regulan la conducta de los representantes diplomáticos. La Cancillería interpretó su presencia como una forma de injerencia en los asuntos internos del Estado.

Por su parte, Nadav Goren defendió su participación alegando que asistió como invitado en calidad de representante de un país con vínculos espirituales con las comunidades religiosas hondureñas.

Afirmó que su intervención no abordó temas políticos ni electorales, y que su presencia fue meramente protocolar y espiritual.

La caminata convocada por iglesias evangélicas y católicas está prevista para el 16 de agosto, en medio de un clima político tenso por la proximidad de las elecciones generales. La actividad busca promover valores como la paz, la unidad y la democracia, pero ha generado inquietudes por la participación de actores internacionales en espacios de debate nacional.