Tegucigalpa, 12 de marzo de 2025 – El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, anunció este miércoles la captura de Roberto Oyuela Matamoros, identificado como el supuesto autor intelectual del asesinato de Said Lobo Bonilla, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), y de tres personas más.

Oyuela Matamoros, miembro activo de la Mara Salvatrucha (MS-13), fue detenido por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en el marco de la Operación Escorpión.

El crimen ocurrió en la madrugada del 14 de julio de 2022, cuando Said Lobo Bonilla y sus acompañantes fueron atacados al salir de una discoteca ubicada en la Torre Morazán, en el bulevar Morazán de Tegucigalpa. Las víctimas, interceptadas por un grupo de encapuchados armados, fueron obligadas a bajar de su vehículo, arrinconadas contra una pared y ejecutadas a disparos.

Además de Lobo Bonilla, perdieron la vida José Salomón Vásquez (sobrino del diputado Walter Chávez), Norlan Enrique Rodríguez (conductor de Said Lobo) y Luis Armando Zelaya (sobrino político del exjefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez). Un video del brutal ataque, que se viralizó en su momento, mostró la precisión y violencia con la que actuaron los responsables.

La captura de Oyuela Matamoros representa un avance significativo en el esclarecimiento de este caso que conmocionó a Honduras. Según las autoridades, su detención refuerza las investigaciones que vinculan a la MS-13 con el múltiple homicidio. Sánchez destacó el trabajo técnico y operativo de la DPI para dar con el presunto cabecilla intelectual del crimen.

Por este mismo caso, otros implicados ya han enfrentado la justicia. Ever Ezequiel Espinoza Martínez fue condenado a 96 años de prisión por los delitos de asesinato y asociación para delinquir. Asimismo, Erick David Macías Rodríguez y Norma Alicia García recibieron una sentencia de 12 años y ocho meses de cárcel por encubrimiento de asesinato y asociación para delinquir.

Sin embargo, Macías Rodríguez fue encontrado sin vida en su celda en la cárcel de máxima seguridad El Pozo, en Ilama, Santa Bárbara, el 5 de junio de 2024, en circunstancias que aún no han sido plenamente aclaradas.

La captura de Roberto Oyuela Matamoros reaviva el interés en este caso de alto perfil, que no solo enlutó a la familia del expresidente Lobo Sosa, sino que también expuso las profundas problemáticas de violencia y crimen organizado que persisten en el país.

Las autoridades han indicado que las investigaciones continúan para determinar si existen más responsables detrás de este acto que marcó un precedente en la historia reciente de Honduras.