
EE.UU. anunciará el 4 de mayo si extiende o cancela el TPS para Honduras
Tegucigalpa — El gobierno de Estados Unidos anunciará el próximo 4 de mayo si extenderá o cancelará el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Honduras, informó este martes el vicecanciller de Asuntos Migratorios, Antonio García.
García explicó que se está realizando un intenso trabajo de “lobbying” con las autoridades estadounidenses para lograr una extensión, lo que —según destacó— “sería un gesto importante que reflejaría las buenas relaciones que Honduras mantiene con Estados Unidos”.
“El 4 de mayo, o sea en cuestión de 10 días, la administración Trump tendrá que anunciar qué decide con Honduras: si extiende el TPS o si lo cancela, como lo hizo con Nicaragua, Sudán del Sur y Nepal, o si lo amplía como ocurrió con El Salvador”, declaró García en entrevista con medios locales.
El funcionario aseguró que se están realizando gestiones diplomáticas de manera reservada para abogar por la renovación del beneficio migratorio: “Estamos trabajando silenciosamente con ellos, pidiendo, abogando por una extensión, y contando los días para el 4 de mayo con la esperanza de que se renueve, aunque finalmente es una decisión soberana de Estados Unidos”, afirmó.
¿Qué es el TPS?
El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) es un programa migratorio que permite a ciudadanos de determinados países afectados por desastres naturales, conflictos armados u otras condiciones extraordinarias, permanecer temporalmente en Estados Unidos y obtener permisos de trabajo.
Honduras obtuvo el TPS en 1999, tras el paso devastador del huracán Mitch en 1998. Desde entonces, miles de hondureños han vivido y trabajado legalmente en EE.UU. bajo este amparo. Sin embargo, su continuidad depende de renovaciones periódicas decididas por la administración estadounidense.
De cancelarse el TPS para Honduras, unos 76,000 hondureños que actualmente gozan de este beneficio se verían obligados a buscar otras alternativas legales para permanecer en el país norteamericano o, en el peor de los casos, enfrentarse a procesos de deportación.