
El FMI revisará a la baja el crecimiento económico en reuniones de primavera
En un entorno impregnado por la incertidumbre económica mundial debido a la guerra de aranceles de Estados Unidos en contra de sus socios comerciales, inician las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), en Washington, D. C.
La agenda incluye temas relacionados al impacto de esta guerra comercial, en el preámbulo de estos encuentros que reúnen a los principales tomadores de decisiones económicas del planeta entre el 21 y 25 de abril, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, ya anunció que harán notables revisiones a la baja en las proyecciones de crecimiento de la mayoría de economías del mundo.
La directora del organismo, considera que la resiliencia de las economías se ve puesta a prueba de nuevo, por el reseteo del sistema internacional de comercio, en alusión a esta guerra comercial desatada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Asimismo, relata que la volatilidad ha aumentado en los mercados financieros. Y la incertidumbre de la política comercial se ha salido literalmente. Esto es un recordatorio de que vivimos en un mundo de cambios repentinos y radicales.
También es un llamamiento para responder con inteligencia. Una economía mundial mejor equilibrada y más resiliente está a nuestro alcance. Tenemos que actuar para hacerla realidad, mencionó en un discurso pronunciado el viernes anterior.
LAS CONSECUENCIAS
Las tensiones comerciales son como una olla en la que el agua hervía desde hace tiempo y que ahora empieza a rebosar, ejemplificó. En gran medida, lo que está ocurriendo es el resultado de una pérdida de confianza: confianza en el sistema internacional y confianza entre los países.
En relación a los aranceles, dijo que parece evidente que la tasa arancelaria efectiva de Estados Unidos se ha elevado hasta niveles que no se habían visto en varias generaciones. Otros países han respondido. Y luego están los efectos secundarios transfronterizos.
Cuando los gigantes se enfrentan, los países pequeños se ven atrapados en el fuego cruzado. China, la Unión Europea y Estados Unidos, a pesar de tener una razón importaciones/PIB relativamente baja, son los tres mayores importadores del mundo, explicó.
Las economías avanzadas de menor tamaño y la mayoría de los mercados emergentes dependen más del comercio para crecer y, por lo tanto, están más expuestas, en particular al endurecimiento de las condiciones financieras. Los países de ingreso bajo, entre los que se encuentra Honduras, afrontan el desafío añadido del desplome de los flujos de asistencia financiera que se ha producido cuando los países donantes han desplazado su atención hacia sus problemas internos, según el organismo.
ES MOMENTO DE ACELERAR LAS REFORMAS
Una de las consecuencias, es que la incertidumbre sale cara; en segundo lugar, el aumento de las barreras al comercio asesta un golpe directo al crecimiento; y en tercer lugar, el proteccionismo mina la productividad a largo plazo, sobre todo en las economías más pequeñas.
“En el informe, nuestras nuevas proyecciones de crecimiento incluirán revisiones a la baja notables, pero no una recesión. También veremos revisiones al alza de las previsiones de inflación para algunos países”, anunció Georgieva.
Pero en este contexto, los países pueden hacer mucho, consideró. En primer lugar, todos los países tienen que redoblar sus esfuerzos para poner orden de puertas adentro. En un mundo de mayor incertidumbre y shocks frecuentes, no hay margen para postergar las reformas que permiten apuntalar la estabilidad económica y financiera y elevar el potencial de crecimiento.
Por otro lado, comentó que las economías afrontan estos nuevos retos desde posiciones de partida más débiles, ya que la carga de la deuda pública es mucho mayor que hace apenas unos años. Por lo tanto, la mayoría de los países deben tomar medidas fiscales firmes para recomponer el margen de maniobra para la aplicación de las políticas, con trayectorias graduales de ajuste que respeten los marcos fiscales. (JGB).