Trujillo, Colón – 7 de octubre de 2025. Una comunidad de jubilados canadienses en el Caribe hondureño vive momentos de angustia tras la invasión violenta de sus propiedades por parte de hombres armados y encapuchados, en un hecho que ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los proyectos turísticos en la zona.

El ataque ocurrió el domingo 5 de octubre en el complejo residencial Trujillo Beach Eco, ubicado en Viejos Marañones, Trujillo, Colón. Según denuncias públicas, los agresores irrumpieron en varias viviendas, expulsaron al jefe de mantenimiento, robaron pertenencias y cortaron el suministro de agua potable, obligando a los residentes a utilizar agua de piscinas para subsistir.

El complejo alberga a más de 300 ciudadanos canadienses, muchos de ellos retirados, que han invertido en el desarrollo turístico de la zona desde hace más de una década. La situación ha dejado a varias familias atrapadas en sus casas, mientras otras han optado por abandonar el país ante el temor de nuevos ataques.

Julio Chi Ham, presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), filial La Ceiba, expresó su profunda preocupación en el noticiero Hoy Mismo de TSi:

“Estas personas vinieron a Honduras a disfrutar su retiro. Invirtieron todo aquí, y hoy viven encerradas en sus casas, usando el agua de la piscina para sobrevivir”.

Chi Ham lamentó la falta de acción por parte del gobierno y de las fuerzas de seguridad, señalando que la Policía Nacional se negó a recibir la denuncia formal, argumentando que solo el apoderado legal del proyecto podía presentarla.

La Corporación Municipal de Trujillo logró evacuar a una de las familias afectadas, pero el resto de los residentes continúa en situación de vulnerabilidad. La ausencia de una respuesta contundente ha generado incertidumbre entre inversionistas y residentes extranjeros.

Impacto en la imagen del país
Chi Ham advirtió que esta ola de invasiones pone en riesgo nuevos proyectos turísticos y daña la reputación de Honduras como destino de inversión:

“El silencio oficial ha provocado llamadas de preocupación de otros inversionistas canadienses con propiedades en la zona”.

El dirigente turístico instó al gobierno central a intervenir de inmediato para garantizar la seguridad de los ciudadanos extranjeros y recuperar las propiedades usurpadas.

“La situación no solo afecta a los inversionistas, sino también a la imagen internacional de Honduras”, concluyó.