El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (Conadeh) ha denunciado que la violencia criminal en el país está afectando de manera alarmante a niñas, niños y adolescentes menores de 18 años. Según Cándida Maradiaga, coordinadora de la Defensoría de la Niñez del Conadeh, Honduras se ha convertido en un lugar extremadamente peligroso para la infancia y la adolescencia, lo que exige medidas preventivas urgentes tanto por parte del Estado como de la sociedad.

Maradiaga ha subrayado la necesidad de que las instituciones responsables de proteger los derechos de la niñez implementen estrategias eficaces para evitar más muertes violentas entre este grupo vulnerable. Los datos del Conadeh indican que el 6% de las víctimas de homicidios en Honduras son menores de 18 años, y la mayoría de estos casos no son investigados, judicializados ni condenados.

Otro punto crítico señalado por el Conadeh es el alto nivel de impunidad en estos crímenes, que ronda el 95%, facilitando que los agresores continúen cometiendo actos violentos contra los menores. Esta situación de inseguridad y vulnerabilidad extrema exige decisiones urgentes para proteger a los niños y adolescentes hondureños.

Entre 2020 y mayo de 2024, el Conadeh registró aproximadamente 15,400 muertes violentas, de las cuales 969 eran de niños, niñas y adolescentes. De estos, 720 tenían entre 15 y 18 años. Las ciudades con las cifras más altas de muertes violentas contra menores son San Pedro Sula y Tegucigalpa.

El comunicado del Conadeh insta a la sociedad y al Estado a actuar con prontitud para salvaguardar la vida de los niños y adolescentes en Honduras, destacando la urgente necesidad de reforzar las medidas de seguridad y justicia para proteger a este grupo vulnerable de la población.

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