El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, enfrentará un juicio en la Corte del Distrito Sur de Nueva York a partir del 20 de febrero. Hernández es acusado de narcotráfico, lavado de dinero y otros delitos relacionados con el tráfico de drogas.

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El juicio ha generado gran expectativa tanto en Honduras como a nivel internacional, ya que es la primera vez que un expresidente hondureño enfrenta cargos de esta índole en una corte estadounidense. Se espera que el proceso judicial arroje luz sobre las presuntas actividades ilícitas de Hernández durante su mandato, así como sobre la relación entre el narcotráfico y el poder político en Honduras.

Hernández ha negado rotundamente las acusaciones en su contra, afirmando que se trata de un intento de desprestigio por parte de sus opositores políticos. Sin embargo, las pruebas presentadas por la fiscalía estadounidense apuntan a su presunta participación en una red de narcotráfico que operaba a gran escala en la región.

El juicio se espera que dure varias semanas, durante las cuales se presentarán testimonios, pruebas documentales y evidencia recabada por las autoridades estadounidenses. La decisión final del jurado tendrá un impacto significativo en la política hondureña y en la lucha contra el narcotráfico en la región.

El equipo legal de Hernández ha declarado que defenderá su inocencia con todas las herramientas legales a su disposición, mientras que sus detractores esperan que el juicio arroje luz sobre las presuntas actividades ilícitas del exmandatario.

Entre 2014 y lo que va de 2024 han sido entregados en extradición unos 40 hondureños, incluidos el expresidente Hernández, un hermano suyo, Juan Antonio, quien ya fue condenado a cadena perpetua, y el exdirector de la Policía Nacional Juan Carlos Bonilla.

Aunque no han sido acusados, los nombres de los expresidentes Manuel Zelaya y Porfirio Lobo han salido también a relucir en testimonios en Nueva York de extraditados que pertenecieron a carteles de la droga, algunos de los cuales siguen operando en Honduras. Ambos exgobernantes han rechazado los señalamientos.

En el caso de Porfirio Lobo, uno de sus hijos, Fabio, fue condenado en EE.UU. en 2017 a 24 años de cárcel por narcotráfico.

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Entre el bullicio de Manhattan, se alza un imponente edificio de 27 pisos que alberga la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, escenario donde se impartirá justicia en el caso del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández.

Un símbolo de justicia

Conocido como el Edificio Daniel Patrick Moynihan, este palacio de justicia de granito, mármol y roble, no solo destaca por su arquitectura, sino por su papel en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y la corrupción.

Construido en 1994, este edificio alberga 44 salas de audiencias y es el hogar de 44 jueces y 17 magistrados que atienden casos de gran relevancia, desde asuntos marítimos hasta delitos financieros.

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Las salas de la corte están equipadas con tecnología de última generación para facilitar el acceso a la justicia y optimizar los procedimientos.

A partir del 20 de febrero, la sala D del undécimo piso, presidida por el juez Kevin Castel, será el escenario del juicio contra Juan Orlando Hernández.

Para ingresar a la sala, se deben cumplir estrictas normas de seguridad, como el apagado de dispositivos electrónicos y el paso por un escáner.

El juicio contra Juan Orlando Hernández marcará un hito en la historia de Honduras, y la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York será testigo de un proceso que busca justicia y transparencia.