Omoa, Cortés. La comunidad de Corinto amaneció consternada este lunes 13 de octubre tras el hallazgo del cuerpo sin vida de una joven identificada únicamente como “La Chelita”, de entre 25 y 27 años. El crimen ocurrió dentro de su vivienda, donde fue encontrada con múltiples heridas de bala, principalmente en la cabeza.

Según reportes preliminares, la víctima vestía una camisa beige y un short al momento del ataque. Imágenes que circularon en redes sociales muestran una escena impactante: la joven tendida sobre un charco de sangre, con signos de haber sido ejecutada a quemarropa.

Vecinos del sector, quienes la conocían por su apodo, fueron los primeros en descubrir el cuerpo y alertar a las autoridades. Elementos policiales y del Ministerio Público llegaron al lugar para realizar el levantamiento cadavérico y comenzar la investigación.

Hasta el momento, se desconocen los motivos del asesinato, aunque no se descarta que esté vinculado a conflictos personales o ajustes de cuentas, dada la violencia con que se perpetró el crimen.

La población de Omoa exige a las autoridades esclarecer el hecho y capturar a los responsables. El caso se suma a una preocupante tendencia de violencia contra mujeres en el país, que ha encendido las alarmas de organizaciones defensoras de derechos humanos.

Femicidios en Honduras: una crisis persistente

El asesinato de “La Chelita” no es un hecho aislado. Honduras enfrenta una grave crisis de violencia contra las mujeres, con cifras alarmantes que reflejan una realidad estructural y profundamente arraigada:

Datos recientes

• En lo que va de 2025, se han registrado más de 190 muertes violentas de mujeres, según el Observatorio de la Violencia de la UNAH 1.
• El 60% de estos casos son femicidios, es decir, asesinatos motivados por odio, misoginia o relaciones de poder 2.
• Cada 36 horas, una mujer hondureña pierde la vida de forma violenta 3.
• El arma de fuego es el principal medio utilizado en los femicidios (más del 69% de los casos) 4.
• Las víctimas suelen ser mujeres jóvenes, entre 15 y 30 años, muchas de ellas estudiantes o con empleos precarios 5.
• El 95% de los casos permanece impune, lo que evidencia fallas graves en el sistema judicial y de investigación 6.
• La judicialización es limitada y muchas denuncias no prosperan por falta de pruebas o recursos.
• La Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres sigue sin aplicarse de forma efectiva.
• Organizaciones feministas denuncian la falta de refugios, atención psicológica y mecanismos de protección para las víctimas 1.