
Descubren otra caleta con armas y municiones en cárcel de Támara
Tegucigalpa, Francisco Morazán. Una importante operación de seguridad llevada a cabo por la Policía Militar del Orden Público (PMOP) en el Módulo de Procesados 2 de la Penitenciaría Nacional de Támara ha revelado el hallazgo de una considerable cantidad de armas de fuego, municiones, supuesta droga y dispositivos tecnológicos. Los objetos prohibidos estaban ocultos en ingeniosas «caletas» subterráneas y en el interior de las paredes, lo que evidencia el alto nivel de organización delictiva dentro del centro penal.
Armamento y Tecnología Ocultos en Túneles
Las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) realizaron el descubrimiento tras labores de inteligencia y la demolición de estructuras no permitidas dentro del módulo. La primera caleta fue localizada en una pared, donde los reclusos habían cavado un túnel para esconder un arsenal. En este espacio se encontraron armas de fuego de diferentes calibres, incluyendo fusiles, pistolas automáticas y revólveres, junto con sus cargadores y abundante munición.
En distintos lugares del módulo, los reclusos habían cavado agujeros y pequeños túneles, no solo para armas, sino también para ocultar una variedad de aparatos tecnológicos. Entre los objetos incautados se incluyen paquetes con supuesta droga, teléfonos celulares, computadoras portátiles, radios de comunicación, routers, otros dispositivos de conectividad e incluso granadas de gas.
Una segunda caleta de particular relevancia fue detectada en el área de los sanitarios, donde los prisioneros habían abierto un hueco en el piso para introducir armas tipo fusil y más municiones. También se encontraron chalecos antibalas, confirmando la capacidad operativa de las estructuras criminales internas.
Compromiso de la Intervención Penitenciaria
El presidente de la Comisión Interventora del INP, el general de brigada Ramiro Fernando Muñoz, no descartó que durante los trabajos de revisión y remodelación que se están realizando en los diferentes módulos de Támara, se continúen encontrando más armas y objetos ocultos. La magnitud de los hallazgos sugiere que este armamento podría llevar «mucho tiempo» en el interior del penal.
El INP reafirmó su compromiso con el restablecimiento del orden, la legalidad y el control en todos los centros penitenciarios del país. Asimismo, anunció que continuará ejecutando acciones estratégicas para combatir y desarticular las estructuras delictivas que han logrado operar desde el interior de los recintos carcelarios, representando un desafío constante para la seguridad nacional. Este nuevo decomiso es un paso más en los esfuerzos por sanear el sistema penitenciario hondureño.