Las profecías más famosas que no se cumplieron (y alguna que sí)


El futuro es siempre ese lugar nebuloso al que el ser humano se adentra con cierto temor. Al señor Scrouge le visitó un fantasma para mostrarle cómo sería su terrible destino si no cambiaba, y Shakespeare señaló en su obra cómo se había advertido al César de la venganza que se cernía contra él con su famosa frase: «Cuídate de los idus de marzo».

Algo tienen las profecías que el ser humano siempre ha acudido a ellas. Muchos héroes, desde el más antiguo hasta el mismísimo Harry Potter, están marcados por ellas. Son un recurso bastante típico en la literatura, y parece que nuestros antepasados decidieron fiarse del Oráculo de Delfos y otros profetas, llegando a existir estos pronósticos incluso en la Biblia. ¿Y a día de hoy? En realidad no ha cambiado tanto, si pensamos que mucha gente paga por conocer su futuro o se fía del horóscopo.

Pero, ¿cuáles son las profecías más famosas de todos los tiempos? ¿Se cumplieron? Repasamos algunas.

La conquista de Alejandro Magno en la Biblia

Según el libro profético de Daniel (11): «Entonces surgirá un rey fuerte que tendrá grandes dominios y actuará como le plazca. Pero apenas esté consolidado, su reino será desmembrado y pasará a otros distintos de aquellos». Algunos han querido ver en esta profecía a Alejandro Magno, que falleció a punto de cumplir 33 años y cuyo reino se dividió: Siria e Israel para Seleuco, Grecia y Macedonia para Casandro, Egipto para Ptolomeo, Tracia y Asia Menor para Lisímaco. Los diáconos entrarían en guerras posteriores.

«Entonces surgirá un rey fuerte que tendrán grandes dominios y actuará como le plazca. Pero apenas esté consolidado, su reino será desmembrado»

Es difícil discernir, por su simbolismo, si realmente la profecía bíblica se refiere al general macedonio, pese a que se trata de una de las profecías más detalladas del Antiguo Testamento, que habla sobre grandes imperios. La profecía del capítulo 8, que habla sobre un macho cabrío con un cuerno notable, también se ha identificado con el conquistador y su increíble campaña con la que logró derrotar al reino Persa. Algunos críticos aseguran que esta profecía fue escrita con posterioridad y, por tanto, es falsa. De cualquier forma, la figura de Alejandro es ciertamente un poco mesiánica, y en vida habría acudido al Oráculo de Amón que lo declaró hijo de Zeus.

La llegada de Hitler, según Nostradamus

Como todas las profecías de Nostradamus, la ponemos en cuarentena y a interpretación libre. Según algunos, el boticario francés se habría pasado la vida prediciendo las grandes desgracias que asolan nuestro presente, pasado y futuro (son frecuentes las noticias sobre las profecías que se cumplirán el próximo año). El problema es que son demasiado ambiguas y poco claras.

«Bestias feroces de hambre ríos tragar/ la mayor parte del campo contra Hister estará»

La que, supuestamente, hablaría de Hitler es la XXV cuarteta de la 2ª centuria, y menciona a un Hister, nombre parecido al del Führer: «Bestias feroces de hambre ríos tragar/ la mayor parte del campo contra Hister estará/ en jaula de hierro el grande hará llevar/ cuando nada el hijo de Germano observará».

Los misterios de Fátima

Una (o quizá la más) de las famosas apariciones marianas. Se llama así a los tres secretos que, según los pastores portugueses Lucía dos Santos y sus primos Jacinta y Francisco Marto, la Virgen les habría confiado en mayo de 1917. Dos de los secretos se revelaron en 1941 y el último por el papa Juan Pablo II en el año 2000.

El primer misterio. Es una visión del Infierno. («Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra. Hundidos en este fuego estaban los demonios y las almas…»).

«Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra. Hundidos en este fuego estaban los demonios y las almas»

El segundo misterio. Incluye las instrucciones de cómo salvar las almas del infierno y reconvertir el mundo a la cristiandad. También hablaba de Rusia y de que debía consagrarse al Corazón Inmaculado. («Visteis el Infierno, para donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón…»).

El tercer misterio. Es el más complejo y hay muchas hipótesis al respecto. Se ha hablado de una guerra nuclear, el asesinato de un Papa o su reemplazo por un impostor, o incluso, en un viaje a Portugal en 2010, Benedicto XVI habló de los abusos sexuales a los niños por parte de la Iglesia.

El efecto 2000

Una de las ‘profecías’ que, finalmente, no se cumplió. O, por lo menos, no del todo. La razón del pánico era que, en los programas informáticos, se utilizaban dos dígitos para indicar día, mes y año (ejemplo: 97, para referirse a 1997). El problema llegaba con el 2000, porque para los ordenadores el ’00’ último podía referirse a 1900, lo que podía crear una crisis mundial que debía evitarse por todos los medios (para más inri el año 2000 era bisiesto). ¿Qué se creía que podía suceder? Pues, en realidad, una hecatombe: teléfonos que dejaran de funcionar, las compañías bancarias perderían datos de sus clientes, los sistemas de transportes también dejarían de funcionar…

Por tanto, se solucionó con algún que otro fallo (apagones en algún reactor nuclear), pero en general convenientemente. ​A nivel mundial, se invirtieron cerca de 214.000 millones de euros para evitarlo, por lo que no significa que la profecía fuera falsa sino que se supo arreglar a tiempo. Hay un miedo parecido con lo que pueda suceder en el año 10.000, con cinco dígitos, pero la verdad es que está tan lejano que a poca gente puede importarle.

El fin del mundo en 2012 según los mayas

A quién no le va a gustar una profecía apocalíptica. En diciembre de 2012, cuando aún no existía el coronavirus, la gente tenía otros problemas. En concreto, el miedo a que el mundo se acabase el 21 de ese año. Al parecer, se ‘viralizó’ que los mayas habían pronosticado el final del mundo tal y como lo conocemos para esa fecha. Incluso la NASA tuvo que desmentirlo: «Los rumores falsos sobre el final del mundo a finales de 2012 han sido comunes durante algún tiempo. Algunos de estos rumores se refieren al fin del mundo previsto por el calendario maya (lo que no ocurrirá), o debido a un choque catastrófico de un cometa (que tampoco) o a un planeta oculto que también chocaría con nosotros (tampoco ocurrirá)». Llevaban razón. Aunque siempre podemos imaginar que los mayas se equivocaron en sus cuentas diez años arriba diez abajo, y quizá lo peor esté por llegar en 2022.

Bill Gates y sus profecías sobre la pandemia

Bill Gates es algo así como el Nostradamus de nuestra época. Una de sus tradiciones anuales es pronosticar cómo será el año que va a venir en su blog, y ya ha advertido de algo que puede llenarnos de esperanza (si confiamos en el magnate): el 2022 podría ser al fin el año en que se vislumbre el fin de la pandemia, y aunque no cabe duda de que ómicron es importante, podría marcar el final de la fase aguda de la enfermedad.

El magnate anticipó en 2015 el riesgo de un virus “altamente infeccioso” que sería más virulento que una guerra

Gates ya pronosticó en otros momentos cómo sería el futuro pospandémico a corto plazo, o que el metaverso será una realidad bastante común en un tiempo. Teniendo en cuenta que anticipó en 2015 el riesgo de un virus “altamente infeccioso” que sería más virulento que una guerra, parece que nos encontramos ante un profeta al que no estaría de más escuchar, visto lo visto. (El Confidencial)


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