La fiebre de los «Bebés Reborn» en Brasil


En los últimos meses, Brasil ha sido testigo de una creciente fascinación por los bebés reborn, muñecos hiperrealistas que imitan a recién nacidos con un nivel de detalle asombroso.

Estos muñecos, elaborados artesanalmente con materiales como silicona y vinilo, han desatado una tormenta mediática, social y hasta legislativa, convirtiéndose en un fenómeno cultural que divide opiniones.

Con venitas, lágrimas, saliva e incluso funciones como succionar o “hacer pipí”, los reborn han conquistado corazones, pero también han generado debates sobre su impacto psicológico y social. Según un informe de Market Report Analytics, el mercado global de estos muñecos movió 200 millones de dólares en 2024, y Brasil se ha convertido en uno de los epicentros de esta tendencia.

¿Qué son los bebés reborn y por qué son tan populares?

Los bebés reborn surgieron en Estados Unidos en la década de 1990 como objetos de colección, pero su popularidad en Brasil ha crecido exponencialmente en los últimos años, impulsada por las redes sociales. Estos muñecos, que pueden costar desde 300 hasta miles de reales, son creados con técnicas minuciosas: pintura en capas, cabello implantado fio a fio y detalles personalizados que los hacen parecer bebés reales.

Su versatilidad permite que sean adquiridos por niños, coleccionistas, adultos que buscan expresión artística o incluso personas que los usan como herramientas terapéuticas.

La psicóloga Viviane Cunha explica que coleccionar reborn es una práctica normal, siempre que no interfiera con la vida cotidiana. “Se considera un trastorno solo cuando hay perjuicios sociales, emocionales o económicos, como faltar al trabajo porque ‘el bebé tiene fiebre’”, señala.

Para muchos, estos muñecos representan una conexión emocional, especialmente en un contexto de soledad, considerada una pandemia por la OMS. Además, se han utilizado en terapias para personas con Alzheimer o para procesar duelos por la pérdida de un hijo, ofreciendo alivio emocional.

El auge en Brasil también está ligado a la influencia de las redes sociales. Influencers como Gabi Reborn, con 1.3 millones de seguidores en YouTube, comparten rutinas de cuidado con sus muñecos, desde cambiar pañales hasta simular partos, atrayendo admiración y críticas.

Celebridades como Gracyanne Barbosa, Luciana Gimenez y la hija de Sabrina Sato han sumado visibilidad al fenómeno, mientras que eventos como el encuentro de coleccionistas en São Paulo, en abril de 2025, y videos virales de “partos reborn” han disparado su popularidad.

Polémicas y debates

La fiebre de los bebés reborn no está exenta de controversias. Videos de personas intentando usar estos muñecos para obtener beneficios como filas preferenciales o atención médica en el Sistema Único de Salud (SUS) han generado indignación y llevaron a la presentación de proyectos de ley en el Congreso brasileño.

Por ejemplo, el diputado Paulo Bilynskyj (PL-SP) propone multas de hasta 20 salarios mínimos por el uso indebido de reborn para obtener ventajas, mientras que la diputada Rosângela Moro (União-SP) sugiere apoyo psicológico para quienes desarrollen vínculos excesivos.

Además, el fenómeno ha destapado un debate sobre el sexismo. Coleccionistas como Gabi Matos denuncian un doble estándar: “Se normalizan hobbies masculinos como videojuegos o coleccionar figuras, pero las mujeres que cuidan muñecos son juzgadas como enfermas”.

La psicanalista Thaís Basile apunta que esta crítica refleja la “maternidad compulsoria” impuesta a las mujeres, donde cuidar un reborn se ve como una extensión de la presión social por ser madre.

Un mercado en expansión

El mercado de bebés reborn en Brasil es dinámico, con ateliês en ciudades como São Paulo y Campinas que ofrecen muñecos personalizados y accesorios como ropa y carritos. Tiendas como Alana Babys reportan que el 40% de las ventas son para niños, mientras que un público creciente incluye ancianos que buscan aliviar la soledad. Los precios varían según el realismo: un muñeco básico cuesta alrededor de 750 reales, mientras que los de silicona sólida pueden superar los 9.500 reales.

Un reflejo de la sociedad

La fiebre de los bebés reborn en Brasil revela tanto una búsqueda de conexión emocional como tensiones culturales sobre género, salud mental y el uso de recursos públicos.

Mientras algunos los ven como un hobby creativo, otros advierten sobre los riesgos de perder el contacto con la realidad. En un país con 30 mil niños en espera de adopción, el fenómeno también invita a reflexionar sobre dónde se canalizan los afectos y recursos.

Lo cierto es que los bebés reborn han dejado de ser solo muñecos para convertirse en un espejo de las complejidades de la sociedad brasileña en 2025, donde la creatividad, la soledad y el espectáculo digital se entrelazan en un debate que está lejos de terminar.


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