Tegucigalpa, 1 de noviembre de 2025 — El candidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, denunció que el gobierno de Xiomara Castro, en alianza con sectores del poder judicial, las Fuerzas Armadas y el Congreso Nacional, estaría orquestando maniobras para obstaculizar el desarrollo limpio de las elecciones del 30 de noviembre.

En un pronunciamiento difundido en sus redes sociales, Nasralla aseguró que el oficialismo, al no contar con suficiente respaldo popular para garantizar una victoria electoral, estaría recurriendo a tácticas de presión e intimidación contra la oposición.

Señaló directamente a la mandataria Xiomara Castro, a su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, y a la candidata presidencial de Libre, Rixi Moncada, de intentar imponer “por la fuerza” un modelo político que calificó como “comunista”.

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— Salvador Nasralla (@SalvaPresidente) November 1, 2025

“Estamos viendo un esfuerzo coordinado desde el Estado para desestabilizar y entorpecer la competencia democrática”, afirmó Nasralla, quien insistió en que las encuestas sitúan al Partido Liberal como la fuerza con mayor intención de voto, seguido del Partido Nacional.

El líder opositor advirtió que, de continuar estas acciones, convocará a la ciudadanía a movilizarse en defensa del voto y la institucionalidad. “No permitiremos que se instale una dictadura disfrazada de democracia. Vamos a votar el 30 de noviembre, y lo haremos con el respaldo del pueblo”, declaró.

Nasralla hizo un llamado amplio a familias, jóvenes, organizaciones religiosas y sectores sociales a permanecer vigilantes en los próximos días, ante lo que considera una escalada de estrategias para manipular el proceso electoral. “Si el gobierno insiste en estas prácticas, tomaremos medidas pacíficas, legales y ciudadanas junto al pueblo hondureño”, subrayó.

Mientras tanto, el clima político en el país se mantiene tenso. Mientras la oposición denuncia persecución institucional, el oficialismo insiste en que enfrenta una “conspiración” en su contra. Ambos bandos se preparan para una jornada electoral en medio de una profunda polarización y creciente desconfianza en las instituciones encargadas de garantizar la transparencia del proceso.