Han pasado trece años desde que el mundo lamentó la trágica pérdida de Amy Winehouse .

Su combinación única de soul suave de los años 60 con un toque moderno cautivó al público de todo el mundo. Antes de su batalla pública contra el abuso de sustancias, Winehouse había creado un estilo distintivo que dejó una marca indeleble en el panorama de la música pop, inspirando a una generación de compañeros artistas.

Obtuvo éxitos eternos como Valerie, Back to Black y Rehab. Sin embargo, el peso de la adicción finalmente resultó insuperable, lo que truncó trágicamente su prometedora carrera y la llevó a su prematura muerte a los 27 años, el 23 de julio de 2011.

Al reflexionar sobre el aniversario del fallecimiento de Winehouse, recordamos su meteórico ascenso al estrellato y el desgarrador descenso que siguió.

Con su icónico peinado de colmena, maquillaje de ojos de gato y una voz que rebosaba emoción cruda, Amy se convirtió instantáneamente en una sensación. El centro de atención la encontró con el lanzamiento de su álbum aclamado por la crítica, Back to Black, en 2006.

Su conmovedora voz provocó la era dorada del jazz y el soul, impulsándola al estatus de ícono y ganando múltiples premios Grammy. Ganó grabación del año, canción del año e interpretación vocal pop femenina por Rehab, álbum vocal pop por Back to Black y mejor artista nuevo.

Lamentablemente, la lucha contra la adicción y los problemas de salud mental arruinaron la vida personal de Amy. El costo de la fama, junto con las luchas personales, creó un ciclo despiadado que pasó factura y los fanáticos comenzaron a notar el impacto que estaba teniendo.

Esta lucha en curso atrajo la atención implacable de los paparazzi y la sometió a un intenso escrutinio mediático. En el año 2005 bebió mucho, consumió drogas intensas y perdió mucho peso.

En 2007, fue hospitalizada tras sufrir una sobredosis de heroína, cocaína, éxtasis, ketamina y alcohol. Admitió que lucha contra la depresión, las autolesiones y los trastornos alimentarios.

Entró en rehabilitación en 2008, pero generó temores de que no hubiera tenido éxito debido a su comportamiento errático. Prometió dejar las drogas en 2008, pero tuvo problemas con el alcohol.

La vida romántica de Amy también fue tumultuosa. Además de luchar contra la adicción a las drogas y al alcohol, también estaba luchando contra un corazón roto después de que su matrimonio con Blake Fielder-Civil se rompiera.

Con su divorcio pendiente, Amy fue citada en una revista diciendo: «Todavía amo a Blake y quiero que se mude a mi nueva casa conmigo; ese fue mi plan desde el principio… No dejaré que se divorcie de mí. la versión masculina de mí y somos perfectos el uno para el otro».

Sin embargo, encontró la felicidad con el director británico Reg Traviss. El padre de Winehouse afirmó que la pareja había planeado casarse y tener hijos en el futuro.

Amy murió el 23 de julio de 2011. Posteriormente se confirmó que la causa oficial de la muerte fue intoxicación por alcohol, a pesar de sus esfuerzos por mantenerse sobria. Las ambulancias acudieron rápidamente a su casa en Camden a las 3:54 p.m. y fue declarada muerta en el lugar.

El informe forense publicado el 26 de octubre de 2011 explicaba que el contenido de alcohol en sangre de Winehouse era de 416 mg por 100 ml (0,416%) cuando murió, más de cinco veces el límite legal para conducir bajo los efectos del alcohol. Según el forense, la «consecuencia no deseada» de tanta bebida fue su «muerte repentina e inesperada».

Durante su última conversación con su guardaespaldas, supuestamente dijo: «Si pudiera, lo devolvería sólo para caminar por la calle sin problemas.(dailystar.co.uk)