Un adolescente de 15 años fue apuñalado 50 veces y quemado vivo en un caso que el fiscal de Marsella, Nicolas Bessone, describió como de «salvajismo sin precedentes».

El joven fue asesinado el miércoles en un incidente relacionado con la venta de drogas. Marsella, conocida por ser la segunda ciudad más grande de Francia y una de las más pobres, ha estado sufriendo una ola de violencia vinculada al narcotráfico.

Según Bessone, tanto las víctimas como los perpetradores de estos crímenes son cada vez más jóvenes.

El adolescente había sido contratado a través de las redes sociales por un preso de 23 años para intimidar a un competidor, prendiéndole fuego a la puerta de su apartamento, a cambio de 2.000 euros. Sin embargo, fue descubierto por miembros de una banda rival, quienes lo apuñalaron repetidamente antes de prenderle fuego mientras aún estaba vivo.

En un intento de venganza, el mismo preso reclutó a un joven de 14 años para asesinar a un miembro de la banda rival por 50.000 dólares.

Este adolescente, al dirigirse a cumplir su misión, disparó y mató al conductor del automóvil en el que viajaba cuando este se negó a esperarlo.

La víctima, un padre de familia de 36 años, no tenía relación con el tráfico de drogas, convirtiéndose en la primera víctima colateral del año en Marsella.

Este caso resalta la creciente violencia y la pérdida de valores entre los jóvenes involucrados en el narcotráfico, exacerbada por el uso de las redes sociales para reclutar y coordinar estos actos violentos6.