Caracas, 9 de enero de 2025 – La líder opositora venezolana, María Corina Machado, emergió de la clandestinidad para encabezar una protesta contra la investidura de Nicolás Maduro como presidente. En la víspera de la toma de posesión del líder chavista, Machado proclamó ante los manifestantes en el barrio comercial de Chacao, Caracas: «¡Venezuela es libre!».

Vestida de blanco y portando una bandera, Machado se dirigió a la multitud desde un camión, en su primera aparición pública desde el 28 de agosto, un mes después de las elecciones que la oposición denuncia como fraudulentas, alegando que el triunfo fue robado a su candidato, Edmundo González Urrutia. «Hoy toda Venezuela salió a la calle», declaró Machado, destacando la valentía de sus seguidores al repetir el lema «¡No tenemos miedo!».

Machado subrayó la importancia de la estrategia de la oposición y anunció el inicio de una nueva fase en la lucha por la libertad de Venezuela. Mientras tanto, partidarios del chavismo también marcharon en apoyo de Maduro, quien asumirá su tercer mandato consecutivo en medio de críticas internacionales y una nueva ola de detenciones de opositores y activistas.

El acto de investidura de Maduro está programado para el viernes en el Parlamento, controlado por el chavismo. González Urrutia, quien busca asumir la presidencia tras su asilo en España, prometió regresar a Caracas para asumir el poder, aunque las autoridades venezolanas han advertido sobre su detención inmediata y han ofrecido una recompensa por su captura.

La seguridad en Caracas fue reforzada con efectivos fuertemente armados, y el gobierno denunció la captura de dos estadounidenses vinculados a un supuesto golpe de Estado, afirmaciones negadas por Estados Unidos. A pesar del miedo instaurado por la represión de julio, que dejó un saldo trágico, la convocatoria opositora fue creciendo, aunque sin alcanzar la magnitud de los eventos de campaña.

La presencia policial y de inteligencia fue notable en los puntos de concentración opositores, contrastando con las celebraciones chavistas que incluían música y tarimas. La protesta opositora fue marcada por el compromiso y el sacrificio personal, como lo expresó Rafael Castillo, dispuesto a «dejar el pellejo» por sus hijos y por la libertad de Venezuela.

Por su parte, en la marcha chavista, Noelí Bolívar defendió la legitimidad de Maduro, afirmando que el pueblo lo eligió y respalda. Las protestas y contramarchas se replicaron en otras ciudades venezolanas como Ciudad Guayana y San Cristóbal.

Al concluir su discurso, Machado desapareció entre la multitud después de abordar una moto, dejando a sus seguidores con un renovado sentido de esperanza y determinación.