Honduras podría perder $100 millones al año por nuevo gravamen a remesas en EE.UU.


La reciente aprobación del impuesto del 1% a las remesas en Estados Unidos ha encendido las alarmas entre economistas hondureños, quienes alertan sobre sus posibles efectos devastadores en la economía nacional, especialmente en los sectores más vulnerables.

El gravamen, impulsado por la administración del presidente Donald Trump y aprobado por la Cámara de Representantes, comenzará a aplicarse formalmente en 2026 y afectará directamente a los hondureños que envían dinero en efectivo a sus familiares.

“Aunque se logró reducir la propuesta inicial del 5% a un 1%, el impacto será considerable. Estimamos que Honduras podría perder hasta 100 millones de dólares anuales en ingreso por remesas”, advirtió el economista Obed García.

Remesas: un pilar en riesgo

Las remesas representan la principal fuente de divisas para Honduras y constituyen el único sustento económico para al menos el 40% de las familias receptoras, según cifras oficiales. Por ello, cualquier disminución en este flujo podría empujar a miles de hogares hacia la pobreza extrema.

García alertó que el verdadero problema no es solo el monto actual del impuesto, sino el precedente que sienta esta medida:

“Una vez instaurado, existe el riesgo de que el porcentaje aumente progresivamente. En un año podríamos estar viendo un 2% o 3%, lo que significaría un duro golpe para la economía nacional”.

Panorama migratorio complica el escenario

El también economista Martín Barahona advirtió que el contexto migratorio podría empeorar la situación. “Si este impuesto se combina con redadas, deportaciones y políticas restrictivas, el efecto podría ser catastrófico para las familias que dependen de un familiar en el extranjero”, señaló.

Barahona también reveló que en el Congreso estadounidense ya se discuten iniciativas más severas que buscan imponer mayores cargas fiscales a los cinco países con más flujo migratorio hacia Estados Unidos, entre ellos Honduras.

“Una propuesta de ese tipo sería prácticamente una expropiación de las remesas”, lamentó.

Urge una estrategia nacional

Ambos expertos coincidieron en la necesidad de una respuesta urgente por parte del Estado hondureño. Recomendaron implementar políticas públicas que reduzcan la dependencia de las remesas, fortalezcan el empleo interno y fomenten el emprendimiento local.

Además, instaron a la diplomacia hondureña a intensificar las gestiones en Washington para frenar cualquier intento de ampliación del gravamen.

“El gobierno debe actuar desde ya con un plan de contingencia económico y una ofensiva diplomática firme. Lo que está en juego es la estabilidad financiera de más de un millón de familias hondureñas”, concluyó García.


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