
Diputados sesionan por tres horas tras 56 días sin hacer nada y ganando su salario más bonos
Tras 56 días sin actividad, el Congreso Nacional de Honduras reanudó sesiones esta semana, pero su retorno fue efímero: en dos sesiones acumularon menos de tres horas de trabajo. Los diputados, criticados por su baja productividad en esta cuarta legislatura, se fueron de receso por Semana Santa y volverán hasta el 22 de abril, en medio de tensiones entre oficialismo y oposición.
El diputado nacionalista Jorge Zelaya lamentó la inactividad: “Es inaceptable que estemos tanto tiempo sin sesionar. El pueblo merece que cumplamos nuestro deber. Algunos solo vinieron por la subvención de Semana Santa”.
La sesión del miércoles, presidida por Hugo Noé Pino, fue suspendida tras negarle la palabra a la diputada liberal Maribel Espinoza, quien buscaba presentar una moción para investigar irregularidades en las elecciones primarias. El jueves se repitió el escenario, lo que la oposición calificó como un acto autoritario de la directiva liderada por Luis Redondo. Espinoza denunció: “Se me impidió presentar mi moción, vulnerando mis derechos como diputada”.
Pino justificó su decisión alegando que la moción no cumplía los requisitos y que no permitiría “un circo político”. Sin embargo, el analista Kenneth Madrid criticó esta postura: “Negar la palabra a un diputado atenta contra la esencia del Congreso, que es el debate. Calificar una moción como válida o no le corresponde al pleno, no al presidente”.
La moción de Espinoza cuenta con el respaldo de más de 70 votos del Partido Nacional y el Partido Salvador de Honduras. Mientras tanto, el Congreso, tildado como el peor en la historia del país, sigue bajo escrutinio por su inacción y conflictos internos.