
China anuncia represalias ante los aranceles impuestos por Trump
Este domingo, el Ministerio de Comercio de China emitió un comunicado en el que aseguró que tomará «contramedidas correspondientes» para defender sus derechos e intereses tras la decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 10 % a productos chinos. La medida, adoptada bajo la administración de Donald Trump, ha sido calificada por Pekín como una acción injusta y perjudicial tanto para ambas naciones como para la economía global.
Una Respuesta Firme desde Pekín
En su declaración, el Ministerio de Comercio chino expresó su «firme oposición» a los nuevos aranceles y anunció que presentará una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra lo que considera «prácticas ilícitas» por parte de Washington. Según las autoridades chinas, estas medidas no solo afectan las relaciones bilaterales sino que también amenazan la estabilidad del comercio internacional.
Además, Pekín criticó la justificación dada por EE.UU., que vincula los aranceles al tráfico de fentanilo y otras drogas hacia territorio estadounidense. «Esperamos que Estados Unidos vea de forma objetiva y racional sus propios problemas, como el fentanilo, en lugar de recurrir a amenazas contra otros países mediante la imposición de aranceles», señaló el comunicado.
China recordó que ha colaborado activamente con el gobierno estadounidense en la lucha contra el narcotráfico, destacando su compromiso en 2023 de controlar la salida de precursores químicos utilizados en la fabricación de fentanilo. Desde entonces, según Pekín, se han llevado a cabo esfuerzos significativos para combatir este flagelo de manera conjunta.
Un Diálogo Necesario
El Ministerio de Comercio instó a Washington a «corregir sus prácticas erróneas» y a trabajar junto con China para resolver los desafíos comunes. «Esperamos encontrarnos a mitad de camino, enfrentar los problemas directamente y entablar un diálogo franco basado en la igualdad, el beneficio mutuo y el respeto», añadió el comunicado.
Las declaraciones reflejan la postura de Pekín de buscar soluciones diplomáticas mientras prepara medidas de respuesta. Expertos chinos han advertido que los aranceles impuestos por Trump podrían tener consecuencias negativas para ambos países, aumentando los costos para consumidores y empresas estadounidenses y alterando las cadenas de suministro globales.
Aranceles Extendidos a Vecinos
La medida arancelaria no solo afecta a China, sino que también incluye un gravamen del 25 % sobre productos provenientes de Canadá y México. En todos los casos, la administración Trump argumenta que estos países están implicados, directa o indirectamente, en el tráfico de fentanilo hacia EE.UU., una problemática que, según el mandatario, «pone en peligro el tejido social».
Sin embargo, esta estrategia ha generado críticas tanto dentro como fuera de EE.UU., con expertos señalando que los aranceles podrían generar más tensiones comerciales y dañar la economía global. Durante su presidencia, Joe Biden había intentado abordar el tema del fentanilo mediante acuerdos específicos con China, priorizando la cooperación sobre la confrontación.
Una Conversación Reciente entre Trump y Xi
El pasado 17 de enero, Trump y el presidente chino, Xi Jinping, mantuvieron una llamada telefónica que el líder estadounidense describió como «muy buena». Durante la conversación, ambos líderes discutieron temas clave como el equilibrio comercial, el fentanilo, TikTok y otros asuntos de interés bilateral. Sin embargo, parece que las diferencias persisten, y las acciones arancelarias de Trump han tensado aún más la relación.
Hacia Dónde Va la Relación Bilateral
Con la implementación de los aranceles y la promesa de represalias por parte de China, queda claro que las tensiones comerciales entre ambos gigantes económicos están lejos de resolverse. Mientras Pekín busca defender sus intereses mediante contramedidas y apelaciones internacionales, Washington insiste en usar los aranceles como herramienta de presión.
El mundo observa atentamente cómo evolucionará esta disputa, cuyas repercusiones podrían extenderse más allá de las economías de EE.UU. y China, afectando a aliados y socios comerciales en todo el planeta.