El primer tramo del Tren Maya, una de las obras más relevantes del sexenio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue inaugurado el 15 de diciembre de 2023. Con ello, abrió al público el proyecto que buscará impulsar al sureste de la nación latinoamericana.

«Es una obra magna. No exageramos si decimos que no hay una obra así en la actualidad en el mundo. Se hizo en tiempo récord», dijo el mandatario mexicano en Campeche, uno de los estados beneficiados por esta obra.

En el evento, López Obrador agradeció a los gobernadores de las entidades mexicanas que forman parte de la construcción ferroviaria, a los trabajadores que participaron en ella y a las empresas que invirtieron para que se llevara a cabo. «El 31 de diciembre será [la apertura] del siguiente tramo, de Cancún a Palenque. A finales de febrero [de 2024] estará completa» la ruta, expuso.

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El plan del Tren Maya no es nuevo. Desde inicios del siglo XX existían planes para crear una industria ferroviaria de pasajeros en el sureste mexicano, aunque ellos se centraban en el estado de Yucatán, donde la fiebre del henequén aún impulsaba la economía de esa entidad.

Sin embargo, el planteamiento para conectar a las entidades de esa región de México fue más estructurado en el sexenio del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Este proyecto se llamaba la Ruta del Mundo Maya y planteaba crear cinco líneas de trenes entre México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador.

Aunque ni en la Administración de Salinas de Gortari, ni en otras que retomaron el proyecto, como la de Felipe Calderón (2006-2012), se concentró este plan, funcionó como un antecedente para el nacimiento del Tren Maya.

La obra, como fue inaugurada este día, fue planteada por el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador el 16 de diciembre de 2018. Su valor oscilaría entre los 120.000 y 150.000 millones de pesos, que se obtendrían con un esquema de inversión mixta para el diseño de construcción y operación.

Debido a la polémica suscitada por los comentarios de la población de la zona y organizaciones sobre el impacto medioambiental y a las viviendas de la zona, el presidente de México propuso una consulta ciudadana para determinar si se realizaría o no el proyecto, que se hizo en diciembre de 2019.

Esta resultó con una participación de 100.000 personas, de las cuales, 92,3% dio visto bueno al plan. Ante ello, el 1 de junio de 2020, López Obrador dio el banderazo de inicio de construcción de la obra.

Finalmente, tras casi tres años y medio, el Gobierno de México abrió al público el primer tramo de la ruta. Se prevé que para el 29 de febrero de 2024, se completen todas las secciones que faltan.

El Tren Maya recorrerá 1.554 kilómetros del sureste mexicano. La ruta se divide en siete tramos:

1.Palenque-Escárcega: que atraviesa Chiapas, Tabasco y Campeche.

2.Escárcega-Calkiní: se ubica en Campeche.

3.Calkiní-Izamal: va de Campeche a Yucatán.

4.Izamal-Cancún: atraviesa Yucatán hasta Quintana Roo.

5.Cancún-Tulum: se ubica en Quintana Roo.

6.Tulum-Chetumal: recorre Quintana Roo.

7.Chetumal-Escárcega: va de Quintana Roo a Campeche.

Además, tiene 34 estaciones y 840 obras complementarias, entre las que se encuentran los pasos peatonales, vehiculares y de fauna.

Por otra parte, también tendrá puntos para el transporte de carga. Contará con una terminal multimodal en la estación Chetumal, que se comenzará a construir en enero de 2024, así como un patio de operaciones en la estación Xpujil.

Con este fin, el Gobierno mexicano continúa la creación de 12 estaciones, cuatro bases de mantenimiento, una cochera en Tulum y un taller, al igual que una cochera en el Aeropuerto de Chetumal.

El costo de los boletos es de 1.166 pesos (67,48 dólares) para la clase turista y de 1.862 pesos (107,77 dólares) para la clase premier.

Sobre ello, en entrevista para Sputnik, la maestra en ingeniería por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Maribel Trujillo Valladolid, señala que es un precio estándar para la región.

«No podríamos colocarlo ni con un precio elevado ni con uno barato; todo va en función a los costos de la construcción. Para ser el tipo de tren que es», el pago por boleto es adecuado, estima.

Particularidades técnicas

En una charla para este medio, el perito ferroviario Vicente Barrera Vázquez comenta que, entre los aspectos que hacen único al Tren Maya es la ingeniería y diseño de vías, debido a que la ruta completa atraviesa diversos tipos de terrenos.

Además, el experto rescata que este proyecto ferroviario está alineado con principios de sostenibilidad ambiental. «Esto incluye minimizar el impacto ambiental, protección de la biodiversidad y la preservación de los sitios arqueológicos que, en esta zona, son muy abundantes», menciona.

Por otra parte, Barrera Vázquez también expone que el Tren Maya cuenta con un buen sistema de comunicación y conectividad con sistemas de transporte terrestre, tanto local como proveniente de diversas partes del país.

Ante el posible escepticismo generado por la apertura de solo un tramo de los siete de la ruta, el perito ferroviario aclara que esto se debe al tamaño de la obra y permite que, en caso de existir algún problema, se pueda remediar a la brevedad.

Trujillo Valladolid considera que la relevancia de este proyecto ferroviario también radica en el tiempo que estuvo abandonado el traslado de usuarios por este medio de transporte.

«Tenía tiempo que no teníamos activo la construcción de vías férreas. Actualmente, la ingeniería dedicada especialmente a la industria ferroviaria [en México] está innovando. Se está actualizando», expone.

Previsiones a corto y largo plazo

Los expertos coinciden en que el Tren Maya ayudará, en un corto y largo plazo, a impulsar la economía del sureste mexicano, así como el turismo, la sostenibilidad y la conectividad en la región que, durante años, estuvo abandonada en estas materias.

«La inversión es significativa.

 Además, es vista como un motor para el crecimiento económico y generar empleos (…). Es un símbolo el Tren Maya en sí mismo, porque muestra un cambio para dar mayor atención a regiones menos desarrolladas en México. Además, es un esfuerzo para modernizar la infraestructura del país, de una manera respetuosa con el medioambiente y el patrimonio cultural», reflexiona Barrera Vázquez.

A largo plazo, la maestra en ingeniería por la UNAM estima que el Tren Maya abre la puerta a tener más proyectos ferroviarios de esta índole en el sureste mexicano, debido a la inversión, tecnología y seguridad que brinda este nuevo medio de transporte en la región.

«Esta obra ha dado el impulso para que, nuevamente, empecemos con la creación de vías férreas, principalmente con el uso de pasajeros. Tenemos algunas líneas que son de carga, pero lo que son las líneas de pasajeros, habían estado completamente abandonadas», concluye.(Sputnik)