Embajadora Iryna Kostiuk: Eviten acciones que puedan dar más visibilidad a la propaganda rusa


*** Las pérdidas humanas directas de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial ascienden a más de 8 millones de personas.

*** La glorificación y romantización de la guerra conduce a la escalada de nuevos conflictos.

El 8 de mayo Ucrania y todo el mundo civilizado conmemora el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa y la victoria sobre el nazismo.

Para cada ucraniano, esta fecha no es solo un día en el calendario. Es la vida y el dolor de nuestros abuelos, que regresaron con conmociones cerebrales, amputaciones, heridas graves y la pérdida de sus vidas, seres queridos y su juventud.

En nuestras familias, nunca se recordaron esos días sin lágrimas, porque la guerra siempre es tragedia y lo que vieron en esa guerra fue una catástrofe para toda la humanidad.

La victoria sobre el nazismo fue conseguida gracias a una increíble concentración de fuerzas, ayuda mutua, consolidación de la sociedad y una transformación total de la vida económica, política y social en aras de la lucha contra el mal!.

Las pérdidas humanas directas de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial ascienden a más de 8 millones de personas, incluidos 5 millones de civiles y 3 millones de militares.

La Segunda Guerra Mundial tocó a cada familia ucraniana, a cada ciudad, pueblo y comunidad. Cada una de nuestras familias conserva la memoria de los héroes y las víctimas de esa terrible guerra.

TERRIBLE HOLOCAUSTO

Son bien conocidos los crímenes de los nazis en los territorios ocupados de Ucrania (el Holocausto, fusilamientos de población civil, quema de pueblos, deportaciones).

Entre las víctimas en tierras ucranianas hay un millón y medio de judíos asesinados durante el Holocausto, lo que representa aproximadamente una cuarta parte de todos los judíos europeos exterminados por los nazis.

La contribución de Ucrania a la derrota del nazismo es indiscutible y no puede ser cuestionada ni minimizada por nadie.

Más de 6 millones de ucranianos lucharon en las filas del ejército rojo, y cientos de miles participaron en movimientos de resistencia y en los ejércitos de los aliados de la coalición antihitleriana.

El final de la Segunda Guerra Mundial también está vinculado con Ucrania. El 2 de septiembre de 1945, el general Kuzma Derevyanko, oriundo de Uman (Ucrania), firmó en nombre de la URSS la rendición incondicional de Japón.

Para garantizar las normas del orden internacional y prevenir guerras, genocidios y violaciones de los derechos y libertades humanas, los Estados vencedores fundaron la Organización de las Naciones Unidas. Ucrania fue uno de sus cofundadores.

UCRANIA EN LA GRAN VICTORIA

Esta gran victoria, así como la paz y la libertad, también fueron alcanzadas gracias a los ucranianos. Por eso rechazamos categóricamente el cinismo de Moscú, que hoy intenta apropiarse de esta hazaña y utilizarla para justificar su agresión contra nuestro país y las atrocidades contra nuestra gente.

Ningún país puede reclamar un papel exclusivo en la victoria sobre el nazismo. La victoria fue el resultado de los esfuerzos titánicos de decenas de países y cientos de pueblos.

La memoria de la Segunda Guerra Mundial se ha convertido en Rusia en un poderoso culto cuasi-religioso.

En la Rusia moderna, los mitos sobre la “Gran Guerra Patria” siguen siendo el núcleo de su identidad, y sus prácticas conmemorativas a menudo están impregnadas de profanación y grotesco.

Además, la propaganda rusa cultiva activamente estos mitos no solo dentro de su país, sino también en el extranjero, tratando de manipular la opinión pública mundial. El Estado agresor utiliza la victoria en la Segunda Guerra Mundial y su supuesta “función exclusiva” en ella como indulgencia para cometer crímenes masivos en Ucrania – contra prisioneros de guerra y civiles.

El cinismo radica en que Ucrania está defendiendo la paz y la libertad hoy en día, cuando la agresión rusa nuevamente las pone en peligro.

Durante ya tres años, el mundo se ha visto horrorizado por las noticias sobre las atrocidades de los soldados rusos en Ucrania. Y justamente ahora afirmamos que la celebración por parte de Rusia de la victoria en la Segunda Guerra Mundial es una distorsión del significado original de esa fecha.

La agresión actual de Rusia ha revelado una paradoja: un país que pretende ser el “heredero de los vencedores del nazismo”, en realidad recurre a bombardeos de ciudades pacíficas, asesinatos masivos, campos de filtración y deportaciones — métodos propios del pasado totalitario, no de una democracia civilizada.

Por eso, debemos evitar que Rusia se apropie de la victoria colectiva o manipule la historia para justificar su agresión y crímenes contra Ucrania.

Instamos a no apoyar los actos propagandísticos inspirados por Rusia, a responder adecuadamente a ellos y a no participar en eventos organizados por el agresor actual: Rusia.

Ucranianos refugiados ante los ataques rusos.

Eviten acciones que puedan dar más visibilidad a la propaganda rusa.

La glorificación y romantización de la guerra conduce a la escalada de nuevos conflictos. Por eso, la lección más importante de aquellos trágicos acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial no debe ser un culto al “triunfalismo”, sino la capacidad de valorar la paz.

Por eso, en estos días, en lugar de la agresiva arrogancia bajo el lema “Podemos repetirlo”, decimos: “Nunca más”. Porque la memoria no es manipulación. No se trata de la guerra, sino de la paz.


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