Enero marca el renacer del turismo en Uruguay


Playas y hoteles de la costa uruguaya colmados son postales del verano austral 2022 que, según autoridades y operadores privados, marca un renacer del turismo en Uruguay tras una pésima temporada anterior sin visitantes extranjeros.

«Esto nos da una gran satisfacción y nos hace mirar con moderado optimismo el resto de la temporada. Es mucho mejor de lo que imaginábamos», dijo en entrevista con Xinhua el viceministro de Turismo de Uruguay, Remo Monzeglio.

Los balnearios de los departamentos de Maldonado y Rocha (este), con costa al océano Atlántico, tienen niveles de ocupación de la hotelería del orden del 90 por ciento.

«Desde el 2018-2019 veníamos con una baja progresiva de la cantidad de turistas, después tuvimos un verano de 2021 con pandemia y fronteras cerradas», recordó Monzeglio.

«Esto es un renacer del turismo. Quedó demostrada la avidez que había y habrá siempre por venir a las costas uruguayas», afirmó el jerarca.

Entre el 15 de diciembre y el 2 de enero ingresaron al país unos 78.000 turistas argentinos, 22.000 brasileños, 4.000 paraguayos y 4.000 estadounidenses, según los últimos datos disponibles de la Dirección Nacional de Migración.

Se trata de un hito después de un verano anterior con números en rojo.

Héctor Araújo, asesor del Centro de Hoteles de Punta del Este, comentó que en ese balneario sucedió «algo extraño» en Navidad, porque en esa fecha donde se recibían pocos visitantes la ocupación se duplicó respecto a otros años.

«Fue turismo uruguayo, argentino, extrarregional, algo que no sucedía y de ahí en adelante la hotelería viene muy bien», evaluó Araújo en diálogo con Xinhua.

«Hasta este domingo venimos con un muy buen nivel promedio de ocupación», agregó.

Antes de la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19), en 2019, Uruguay había recibido 3,2 millones de turistas del exterior, de los cuales 1,7 millones fueron argentinos y casi 490.000 brasileños.

El sector contribuyó ese año en unos ocho puntos porcentuales al Producto Interno Bruto (PIB).

Con una extensa cadena de playas, Punta del Este (unos 140 kilómetros al este de Montevideo) es el diamante de la costa uruguaya y quizás el principal balneario sudamericano.

En este tórrido enero vuelve a escribir algunas de sus tradicionales páginas: turistas de alto poder adquisitivo y millonarios de Argentina, Brasil y otras nacionalidades buscan descanso y diversión en la costa atlántica y del Río de la Plata.

Este escenario de optimismo para el sector turístico se da cuando el país atraviesa una ola de contagios de la COVID-19 impulsada por la variante ómicron, que ha llevado los últimos días a alcanzar récords sucesivos de contagios.

El país tiene como fortaleza una amplia inmunización contra la COVID-19 con un 75 por ciento de la población con dos dosis de la vacuna, la mitad de los cuales ya cuenta con una tercera inyección de refuerzo.

De hecho, los turistas están habilitados para inscribirse para recibir una vacuna de refuerzo 48 horas después de ingresar al país.

Para Monzeglio esta temporada «es un primer paso para la recuperación».(Xinhua)


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