
España cambia las reglas de juego para la entrada y residencia de los extranjeros, ¿qué exige la nueva ley?
A partir de este 20 de mayo, España cambiará las reglas de juego para la entrada y estancia de los extranjeros que no hacen parte de la Unión Europea en el país.
Los puntos claves de los cambios en la Ley de Extranjería en España
• Se reduce el tiempo de estancia requerido en España de tres a dos años para aplicar a todas las figuras de arraigo.
• Establece cinco tipos de arraigo.
• Todos los visados tendrán duración inicial de un año y las renovaciones serán de cuatro.
• Se introduce un visado para la búsqueda de empleo y para estudios. La persona podrá trabajar mientras estudia.
• Se simplifican los trámites para cambiar de una situación de residencia a otra.
• Se mejoran los programas de reunificación familiar. Esto permitirá otorgar residencia a familiares de ciudadanos españoles.
• Se crean permisos para residencia y trabajo por temporadas.
• Las solicitudes de protección internacional serán incompatibles con las de arraigo.
Según el Gobierno, el objetivo de la nueva Ley de Extranjería es facilitar las vías legales de migración y simplificar los procedimientos, incluyendo la regulación del trabajo temporal y la reagrupación familiar.
Esta reforma refleja un esfuerzo por adaptar la normativa a la realidad migratoria actual, lo cual no es común
Mientras que, en el aspecto de la migración irregular, el gobierno asegura que se regularizará a unas 300.000 personas cada año por los próximos 3 años. Obtener permisos de residencia, en pocas palabras, representa el primer paso para acceder a la nacionalidad europea.
Estas cifras, si bien son ambiciosas, aún no logran cubrir la magnitud del fenómeno migratorio en un país donde casi 7 millones de personas son del extranjero (14 por ciento de la población total). A esto se suma el hecho de que, paradójicamente, la misma norma que busca dar más garantías a los indocumentados es a la vez la que deja en el limbo a miles de solicitantes de asilo; esto, debido a la incompatibilidad que tendrá este proceso con el resto de solicitudes.
La nueva Ley de Extranjería es vista como un paso en la dirección correcta
Los datos revelan la magnitud del desafío: solo entre los extranjeros no comunitarios —aquellos que no tienen nacionalidad de la UE—, el número de personas en situación irregular alcanzó los 700.000 en 2023, según el informe Coyuntura Social de la institución española Funcas.
Esta cifra representa un aumento significativo frente a los 480.000 registrados en 2021, lo que indica un crecimiento anual de aproximadamente 100.000 personas.
Si esta tendencia continúa, la regularización de un millón de inmigrantes para 2028 apenas cubriría a quienes ya se encuentran en situación irregular, dejando fuera a los que siguen llegando. De hecho, solo en 2024, España recibió 63.970 nuevos migrantes, según datos oficiales.
La precariedad laboral, explotación e inseguridad jurídica a los indocumentados es algo que ocurre. Este es un enfoque mucho más humano.
Sin embargo, los expertos califican que la nueva norma, aunque pueda quedarse corta en la práctica, es un gran paso en la dirección correcta.
“Esta reforma refleja un esfuerzo por adaptar la normativa a la realidad migratoria actual, lo cual no es común”, dijo Cecilia Estrada, doctora en migraciones internacionales y directora de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos (Inditex).
Según la experta, los cambios buscan “facilitar vías legales y seguras” para que los migrantes se regularicen y reconoce además el aporte de quienes ya viven en España desde hace años.
¿Cuáles son las figuras de arraigo que incluye la nueva Ley de Extranjería en España?
En ese sentido, los inmigrantes indocumentados podrán regularizar su situación a través de nuevas figuras de arraigo, la posibilidad de cambiar su trámite por otro tipo de solicitud más fácilmente, así como la introducción de nuevos visados. Además, también habrá una reducción de 3 a 2 años el tiempo de estancia irregular en el país para aplicar a los arraigos.
Una vez entre en vigor la norma, se introducirán cinco tipos de arraigo.
- Arraigo social: acreditar vínculos familiares con residentes legales en el país o aportar un informe de arraigo que acredite la integración social del solicitante.
- Arraigo sociolaboral (sustituye al laboral): exige un contrato de trabajo, pero se reduce de 30 a 20 las horas semanales exigidas.
- Arraigo socioformativo (sustituye al de formación): pide el compromiso de formarse en una profesión demandada en el mercado laboral. Ahora se podrá trabajar desde el primer momento mientras el solicitante estudia. No es necesario que el trabajo esté relacionado al estudio.
- Arraigo familiar: no requiere un tiempo de residencia mínimo en España. Se aplica para padres de un ciudadano español o miembro de la UE.
- Arraigo de segunda oportunidad: permite regularizar a los extranjeros que no pudieron renovar una autorización previamente aprobada.
Para Pau Ventura Álvarez, abogado especializado en extranjería y fundador de la firma Ventura Extranjería, la nueva norma beneficiará en gran medida a los indocumentados que no han iniciado aún su proceso de regularización, así como aquellos que no estén en proceso de solicitud de asilo.
Asimismo, la doctora Estrada explica que se ayuda a reducir vulnerabilidades. “La precariedad laboral, explotación e inseguridad jurídica a los indocumentados es algo que ocurre. Este es un enfoque mucho más humano. Obtener una residencia legal tiene un impacto directo en la inclusión social y laboral”, expone.
Por otro lado, se encuentran medidas que facilitan los visados de búsqueda de empleo y de trabajo. La abogada Elsa Mateo, CEO de Migrar Spain, explica que esto permitirá a los extranjeros viajar a España con una autorización válida por doce meses y podrán ser renovadas por cuatro años, y se permitirá trabajar mientras se estudia.
¿Qué pasa con los solicitantes de asilo en España? El limbo en el que quedan bajo la nueva ley migratoria
En esta remodelación del gran paraguas migratorio español también se implementaron unas modificaciones que dejarían en vilo a un importante sector de los migrantes en ese país: los solicitantes de protección internacional.
Y es que, una vez entre en vigor la nueva norma, las solicitudes de asilo no serán compatibles con los demás mecanismos de regularización. Esto quiere decir que, si una persona espera dos años una respuesta a su solicitud de asilo y ésta es denegada, el tiempo que estuvo en España no contabilizará para optar por el arraigo.
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Obtener una residencia legal tiene un impacto directo en la inclusión social y laboral
“Es como si no hubieran existido durante la tramitación del expediente”, dice Mateo al respecto, quien agrega que esto “dejará a una gran cantidad de personas solicitantes de asilo en el limbo”.
La aplicación de esta separación parte del argumento de que la figura de la protección internacional no funciona como una vía migratoria tradicional. Según explica el abogado Ventura, está pensada para personas que enfrentan “temor fundado de persecución” en su país de origen, ya sea por motivos políticos, religiosos, de género o por pertenecer a ciertos colectivos, o porque vienen de contextos de “violencia generalizada”.
En España, algunas sentencias han “abierto la puerta a interpretaciones más flexibles” del asilo, explica Ventura, lo que ha permitido “buscar fisuras legales” para “regularizar a miles de personas”. Según el experto, esto ha llevado a que muchos vean en el asilo una “alternativa ante la falta de opciones reales de regularización”, aunque no siempre encajen en el perfil clásico de asilado.
Es como si no hubieran existido durante la tramitación del expediente (…) dejará a una gran cantidad de personas solicitantes de asilo en el limbo
El Tribunal Supremo ya había interpretado esta situación en el reglamento anterior. Sin embargo, con el nuevo, la situación ha empeorado. “Van a pagar justos por pecadores”, dice al respecto Ventura, quien agrega que el riesgo de los solicitantes de asilo es alto, pues alrededor del 40 por ciento de las solicitudes se deniegan.
Y es que, aunque la separación entre los procedimientos de asilo y residencia responde a una lógica legal -ya que durante la tramitación del asilo la estancia del migrante se considera legal-, no se pueden ignorar los riesgos y la vulnerabilidad a los que estas personas quedan expuestas. “¿Los deja desprotegidos? Desde luego -explica Cecilia Estrada-. Estoy segura de que si se estudia todavía más se podría hacer una mejora, pero ahora estamos ante esta reforma, la siguiente quizá contemple esto”.
Según el informe ‘Más que cifras’ presentado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, el año pasado se presentaron 167.366 solicitudes de asilo, de las cuales poco más de la mitad (51.343) recibieron una respuesta favorable, el resto fueron rechazadas (38.686) o archivadas (6.072).
¿Los deja desprotegidos? Desde luego. Estoy segura de que si se estudia todavía más se podría hacer una mejora, pero ahora estamos ante esta reforma, la siguiente quizá contemple esto
Esto, sin tener en cuenta que siguen acumulándose las solicitudes pendientes de resolución. A finales de 2024 había más de 242.000 personas a la espera, un 27 por ciento más que el año anterior.
Esto quiere decir que, si se sigue denegando alrededor del 40 por ciento de solicitudes, cada año, cerca de 40.000 personas podrían perder todo el tiempo en el que estuvieron en España esperando, durante meses e incluso años, una respuesta, solo para volver a empezar de cero.
La situación se complica para los colombianos luego de que la UE incluyó al país en una lista de naciones “seguras”. Esta medida implica que los solicitantes nacionales, que solo el año pasado llegaron a ser 66.134, ya no son considerados prioritarios para recibir asilo y pueden ser deportados con mayor facilidad.
Además, la nueva normativa no soluciona un problema clave: antes de poder regularizar su situación mediante el arraigo, los migrantes deben pasar dos años en situación irregular, muchas veces expuestos a la precariedad.
En ese punto, el abogado Ventura refuerza la crítica: “Es como decir: ‘rebúscate como puedas, pero no hagas nada’, porque lo que antes era el asilo, que servía para acortar el proceso, ahora te jugará en contra”, sentencia.
Para la doctora Estrada, aunque la nueva norma era una deuda de larga data por un enfoque más humanitario a la migración, en el proceso se abre la puerta a nuevas vulnerabilidades. Sin embargo, como ella misma advierte, “el futuro de Europa será con los inmigrantes o no será”. El desafío estará en que ese avance no deje a nadie atrás.(eltiempo.com)