Hollywood reaccionó con incredulidad y preocupación ante el anuncio del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 100% a películas producidas fuera de Estados Unidos, una medida que la industria considera perjudicial. En un mensaje en Truth Social, Trump instó al Departamento de Comercio a iniciar el proceso para gravar cualquier filme extranjero, argumentando que busca revitalizar la producción cinematográfica estadounidense. «¡Queremos películas hechas en Estados Unidos, de nuevo!», escribió.

El secretario de Comercio, Howard Lutnick, respondió rápidamente en redes sociales: «Estamos en ello». Sin embargo, la Casa Blanca no aclaró cómo se implementaría esta política, especialmente considerando que muchas producciones se transfieren digitalmente. El anuncio provocó una caída en las acciones de gigantes como Netflix, Disney y Paramount, mientras los estudios convocaban reuniones de emergencia para abordar la crisis, según medios estadounidenses.

Jonathan Handel, abogado especializado en entretenimiento, calificó la medida como absurda. «Si una escena requiere que Tom Cruise escale la Torre Eiffel, ¿deberíamos filmar en la réplica de Las Vegas? No tiene sentido», dijo a AFP, destacando que películas como Misión Imposible se ruedan en el extranjero por necesidades artísticas. Handel también señaló que las películas, como propiedad intelectual, no son bienes físicos sujetos a aranceles convencionales.

La industria ya enfrenta retos significativos. Los Ángeles, epicentro del entretenimiento, registró en 2024 un mínimo histórico de días de rodaje, afectada por la pandemia, las huelgas de guionistas y actores de 2023, y la migración de producciones a otros estados y países con incentivos fiscales. Por ejemplo, Netflix invertirá 1.000 millones de dólares en México para producir contenido durante los próximos cuatro años.

Aunque algunos en Hollywood apoyan el objetivo de atraer producciones a Estados Unidos, rechazan los aranceles. «Es una locura que tantas producciones se hayan ido por la falta de exenciones fiscales aquí. Pero lo que necesitamos son incentivos, no aranceles que asfixien el negocio», comentó un inversionista anónimo a Deadline.

La Casa Blanca, por su parte, se limitó a decir que «explora todas las opciones» para cumplir la orden de Trump, según el portavoz Kush Desai. Mientras tanto, Hollywood aguarda con incertidumbre el impacto de una medida que podría transformar el panorama de la industria cinematográfica global.