
Marco Rubio asume como director interino de USAID
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció este lunes su designación como director interino de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), una agencia históricamente independiente que ahora enfrenta un futuro incierto bajo la administración de Donald Trump. El anuncio se produjo durante una visita oficial a El Salvador, donde Rubio criticó duramente la gestión de la agencia, acusándola de actuar al margen de los intereses nacionales de Estados Unidos.
«Cada Dólar Debe Alinearse con el Interés Nacional»
En sus declaraciones ante la prensa que lo acompaña en su gira por Centroamérica, Rubio señaló que USAID padece un «problema endémico» al negarse a alinear sus proyectos con las prioridades de la política exterior estadounidense. Según el secretario de Estado, la agencia ha operado como una «organización benéfica global separada del interés nacional», financiando programas que, en algunos casos, contradicen la estrategia nacional.
«Cada dólar que gastamos, cada programa que financiamos debe estar alineado con el interés nacional de Estados Unidos», afirmó Rubio. «Pero si vas de misión en misión y de embajada en embajada alrededor del mundo, a menudo encontrarás que USAID está involucrada en programas que van en contra de lo que estamos tratando de hacer en nuestra estrategia nacional», añadió.
Rubio también expresó su preocupación por informes de que empleados de USAID se están «negando a cooperar» con personas vinculadas al nuevo gobierno de Trump. Denunció que estos trabajadores no responden a preguntas básicas, como qué hacen los programas, quién recibe el dinero, quiénes son los contratistas y quién financia dichas iniciativas. «Ese tipo de nivel de insubordinación hace imposible llevar a cabo una revisión madura y seria», subrayó.
Nombramiento Oficializado por el Departamento de Estado
El nombramiento de Rubio como administrador interino fue oficializado posteriormente por el Departamento de Estado en un comunicado. En él, se explicó que el objetivo es garantizar que USAID esté «alineada con la agenda de ‘Estados Unidos Primero'» promovida por Trump. «Como paso provisional hacia el control y una mejor comprensión de la actividad de la agencia, el presidente Donald J. Trump nombró al secretario Marco Rubio como administrador interino», detalló el comunicado.
Rumores sobre el Cierre de USAID
La noticia del nombramiento de Rubio llega en medio de crecientes rumores sobre el posible desmantelamiento de USAID. Horas antes, el magnate Elon Musk aseguró que Trump había aceptado cerrar la agencia, cuya página web y cuentas en redes sociales fueron desactivadas este fin de semana. «La vamos a cerrar», declaró Musk, quien afirmó que el presidente estaba de acuerdo con esta decisión.
Este lunes, los trabajadores de USAID en Washington recibieron la orden de quedarse en casa, mientras las oficinas de la agencia en la capital estadounidense amanecieron precintadas. Aunque Rubio aseguró que «las funciones de USAID van a seguir», evitó posicionarse sobre el futuro definitivo de la agencia.
Congelación de la Ayuda Exterior
Desde la toma de posesión de Trump el 20 de enero, el gobierno de EE.UU. congeló toda la ayuda exterior, excepto la destinada a Israel, Egipto y el suministro de alimentos de emergencia, para revisar la utilidad de esos programas. Según datos de la ONU, Estados Unidos es, con mucho, el mayor proveedor de ayuda humanitaria en el mundo, aportando el 47% del total global.
Un Futuro Incierto
El nombramiento de Rubio como director interino refleja la intención del gobierno de Trump de ejercer un mayor control sobre USAID, aunque el destino final de la agencia sigue siendo una incógnita. Mientras tanto, las críticas de Rubio y las medidas adoptadas hasta ahora sugieren que la administración buscará redefinir radicalmente el papel de la agencia en la política exterior de EE.UU.
El anuncio ha generado preocupación entre organizaciones humanitarias y expertos en desarrollo internacional, quienes advierten que cualquier reducción drástica de la ayuda podría tener graves consecuencias para países dependientes de la asistencia estadounidense.
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