
Negociadores de EE.UU. camino a Rusia en busca de un alto el fuego en Ucrania
Washington, 12 de marzo de 2025 – El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este miércoles el envío inmediato de negociadores a Rusia para impulsar una propuesta de alto el fuego de 30 días en la guerra de Ucrania, un conflicto que ya supera los tres años.
La iniciativa, que cuenta con el respaldo de Kiev, busca presionar a Moscú para que acepte la tregua, aunque el Kremlin aún no se ha pronunciado oficialmente y asegura esperar más detalles.
Trump expresó su esperanza de que su homólogo ruso, Vladimir Putin, apoye el plan, aunque evitó detallar las consecuencias en caso de un rechazo. «Hablaré con Putin probablemente esta semana», afirmó el mandatario, mientras la Casa Blanca confirmó que el enviado liderará la delegación que llegará a Moscú en los próximos días.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no descartó una conversación telefónica «al más alto nivel» en un «plazo bastante corto», pese a que a principios de mes el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso calificó una tregua temporal como «inaceptable».
La propuesta surgió tras negociaciones el martes en Arabia Saudita entre responsables ucranianos y estadounidenses, marcando el fin de recientes tensiones entre Kiev y Washington, exacerbadas por un altercado verbal entre Trump y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la Casa Blanca.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, señaló que «la pelota está ahora en el campo de los rusos» y que la respuesta de Moscú será clave: un «sí» abriría una «verdadera oportunidad de paz», mientras que un «no» revelaría sus verdaderas intenciones.
Zelenski, sin embargo, se mostró escéptico. «No confío en Moscú», declaró en rueda de prensa, exigiendo una respuesta clara de Rusia y medidas «fuertes» de EE.UU. en caso de negativa.
Además, indicó que las garantías de seguridad exigidas por Kiev a sus aliados occidentales se abordarán con mayor detalle si la tregua se concreta. Los europeos, excluidos por ahora de las discusiones, han instado a Rusia a pronunciarse y reiteraron la necesidad de garantías para evitar futuros ataques.
En Ucrania, la recepción es tibia. «La idea es buena, pero Rusia nunca lo aceptará», opinó Roman Dounaïevski en Kiev a la AFP. Cerca del frente en Donbás, un oficial ucraniano dudó que Moscú detenga sus ataques, incluso con un alto el fuego. En Moscú, la desconfianza es similar: Anna Kozlova, empleada del sistema penitenciario ruso, teme que una tregua permita a Ucrania «rearmarse» y reiniciar el conflicto.
Kursk bajo presión y escalada en el terreno
La aceptación de Ucrania al plan llevó a Washington a reanudar la ayuda militar y el intercambio de inteligencia con Kiev, con entregas a través de Polonia volviendo a niveles previos, según Varsovia. Sin embargo, en la región rusa de Kursk –donde Ucrania incursionó en agosto de 2024–, las fuerzas ucranianas enfrentan un repliegue ante la «máxima presión» rusa, como reconoció Zelenski.
El jefe militar ucraniano, Oleksandr Sirski, ordenó refuerzos, mientras perder este territorio debilitaría la posición negociadora de Kiev frente a Rusia, que controla un 20% de Ucrania.
Los bombardeos persisten: en Odesa, un misil ruso mató a cuatro personas y dañó un buque con bandera de Barbados el martes, mientras que en Kursk un ataque ucraniano a una fábrica dejó igual número de víctimas, según el gobernador local. En este contexto, Putin visitó el miércoles las unidades rusas en Kursk, según el Kremlin, en un mensaje de firmeza ante las negociaciones.
La respuesta de Moscú será decisiva para determinar si esta iniciativa marca un avance hacia la paz o un nuevo capítulo de tensiones.