Nicolas Sarkozy, primer expresidente de Francia en llevar grillete electrónico


El expresidente francés Nicolas Sarkozy se convirtió este viernes en el primer exmandatario de Francia en llevar un brazalete electrónico, tras ser condenado a un año de arresto domiciliario por un caso de corrupción relacionado con el uso de su influencia para obtener beneficios judiciales.

Sarkozy, quien gobernó el país entre 2007 y 2012, agotó todos los recursos legales el año pasado, lo que confirmó su sentencia de tres años de prisión, de los cuales dos fueron suspendidos y uno deberá cumplirse con el uso del dispositivo de vigilancia.

El caso, conocido como el de las «escuchas telefónicas», salió a la luz después de que se descubriera que Sarkozy intentó obtener información confidencial de un alto magistrado a cambio de favores. Las conversaciones fueron interceptadas en el marco de otra investigación, lo que llevó a su condena por corrupción y tráfico de influencias en 2021.

El expresidente, de 70 años, siempre ha negado las acusaciones, pero los tribunales confirmaron su culpabilidad.

Con el brazalete electrónico, Sarkozy estará sujeto a estrictas condiciones: solo podrá salir de su domicilio entre las 8:00 y las 20:00 horas, excepto en los días en que tenga compromisos judiciales relacionados con otro caso en el que está implicado: la presunta financiación ilegal de su campaña presidencial de 2007 por parte del régimen libio de Muamar Gadafi. Además, necesitará autorización judicial para salir de Francia.

Este viernes, Sarkozy fue filmado por primera vez con el dispositivo mientras hacía footing en París, lo que generó atención mediática. Si cumple con las condiciones del arresto domiciliario, el expresidente evitará ingresar a prisión.

Sin embargo, este hecho marca un hito histórico en Francia, ya que Sarkozy es el primer exjefe de Estado en ser condenado a una pena de prisión efectiva.

Este no es el único revés judicial que ha enfrentado Sarkozy. En septiembre de 2021, fue condenado a un año de cárcel por la financiación irregular de su campaña electoral de 2012, conocida como el «caso Bygmalion».

Además, actualmente está siendo juzgado en el caso de la presunta financiación ilegal de su campaña de 2007 por parte de Libia, un proceso que comenzó en enero y se espera que concluya en abril.

La condena de Sarkozy y su cumplimiento con el brazalete electrónico han generado un amplio debate en Francia sobre la rendición de cuentas de los líderes políticos y la independencia del sistema judicial.

A pesar de su caída en desgracia, Sarkozy sigue siendo una figura influyente en la política francesa, aunque su legado se ha visto empañado por estos escándalos judiciales.


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