
Trump empuja a la CELAC a los brazos de China
Lula Da Silva viajará a China en mayo para entrevistarse nuevamente con Xi Jinping.
En perspectiva. La reunión se llevará a cabo a menos de un año de la última visita del mandatario chino a Brasil, en noviembre de 2024. La visita responde a un acercamiento entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
- A Lula le acompañará el presidente colombiano Gustavo Petro, quien ostenta la Presidencia pro tempore de la CELAC para el periodo 2025-2026.
- La CELAC selló, a principios de abril, una alianza regional anti-EE. UU. —a pesar de la oposición de Argentina y Paraguay—.
Por qué importa. En el siglo XXI, los países más influyentes de la CELAC han mostrado una tendencia de distanciamiento comercial de EE. UU. y un acercamiento estratégico hacia China. El comercio bilateral con China ha pasado de representar menos del 2 % del comercio total de Latinoamérica en el año 2000 a cerca del 20 % en la actualidad.
- Brasil ha consolidado a China como su principal destino de exportaciones, especialmente de soya y hierro, superando a EE. UU., mientras que México ha diversificado sus intercambios con el gigante asiático en sectores como la electrónica.
- Pekín se ha acercado a la región brindando la percepción de un menor intervencionismo político en comparación con Washington.
- Sus socios sudamericanos han logrado suplir la dependencia a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la agresiva política de inversión en infraestructura y recursos naturales del régimen de Xi.
Entre líneas. La izquierda latinoamericana ha visto en la CELAC, desde su creación, una herramienta clave para desligarse de la influencia histórica de EE. UU. y afirmar una identidad regional independiente. Regímenes como los de Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Cuba han impulsado esta plataforma como alternativa a la OEA, a la que consideran un instrumento de Washington.
- Desde los años 60, con figuras como Fidel Castro, la izquierda ha buscado alianzas alternativas en rechazo a la doctrina Monroe.
- A pesar de su poca relevancia, la CELAC ha servido para promover un discurso antiimperialista y fortalecer lazos con países como China o Rusia.
En conclusión. Lula sostiene que se niega a elegir entre China y EE. UU. y que pretende comerciar con ambos. Mientras que China no tiene problema con ello, para Trump, un acercamiento con China supone una ofensa para su país. El brasileño está dispuesto a asumir las represalias estadounidenses y seguir fortaleciendo su relación con Xi.
- Si bien la figura de Milei supone un obstáculo para un bloque unido en la CELAC, los países de izquierda están dispuestos a dejar a EE. UU. en un segundo plano y encontrar en China un sustituto perfecto.
- EE. UU. sigue siendo la mayor potencia comercial del mundo y Trump lo sabe. Su apuesta es que su política arancelaria deja al mundo sin alternativas: doblegarse a sus exigencias o perder.
- La izquierda, no obstante, está determinada a dejar claro que, si EE. UU. les falla, China tendrá la puerta abierta —cada vez más— en sus países.(republica.com)