Ana García de Hernández: Mi esposo es víctima de una venganza


La exprimera dama Ana García, reveló detalles del trato que recibe el expresidente Juan Orlando, detenido en la unidad policial de Los Cobras.

A continuación sus declaraciones en entrevista a HRN

Gracias por darme esta oportunidad de poder comparecer esta mañana y poder hablar sobre está difícil prueba que nuestra familia ha estado sobrellevando en los últimos meses, no diría solamente este último mes, han sido años realmente de tener una pesada carga sobre nuestros hombros, gobernar Honduras no fue y no ha sido y no será nunca una tarea fácil, pero obviamente lo que vivimos hace justamente un mes ha marcado nuestras vidas en terror, en horror, la persecución, la violencia y tantas cosas que vienen a mi mente de ese momento cuando nuestra casa fue cercada por 600 hombres, toda la autoridad policial, buscando derivar los portones de nuestro hogar para entrar y no sé qué pretendían ellos, pero gracias a Dios, él ha estado con nosotros.

Y como usted me preguntaba ¿cómo hemos vivido este tiempo? lo hemos vivido tomado de la mano de Dios, confiando en que hay un Dios en los cielos que nos conoce, que conoce nuestros corazones, nuestros pensamientos y que sabe que todas esas acusaciones que hoy presentan contra Juan Orlando son mentiras, mi esposo, Juan Orlando Hernández, nunca ha sido ni en el pasado, ni ahora, ni nunca, un narcotraficante, como pretenden hacerlo ver esas mentiras que se han levantado en contra de él, al contrario, él siempre ha sido un hombre dedicado a su trabajo, dedicado a servir Honduras y lo ha demostrado con resultados efectivos.

Nuestra familia estafa unida alrededor de Dios, sostenidos en él, confiando plenamente en esa justicia divina, haciendo nuestra parte, haciendo nuestro trabajo y, por supuesto, apoyando a Juan Orlando en todo, como padre, como esposo, como hijo, como hermano, yo puedo decirle que nos hemos mantenido en esa unidad y que en esta unidad estamos precisamente sobrellevando este momento.

Juan Orlando, ustedes lo conocen, yo sé que usted lo ha conocido como presidente y el pueblo hondureño lo conoce, saben que es un hombre de temple, esa es una de las cualidades que Dios le ha dado a él, ser un hombre de mucha templanza, de mucha valentía, de mucha disciplina, lo demostró al gobernar esta nación en tiempos difíciles que nos tocó vivir, como la pandemia, como los huracanes y en este momento, con mucha fe, sostenidos de Dios, creyendo en esta justicia divina y, por supuesto, con mucha disciplina, está, como ustedes saben, en este lugar, que es las fuerzas especiales, lo que antes se conocía como Los Cobras, ahí fue adecuado un lugar para que él pudiera estar, la oficina del subdirector y él está bajo vigilancia permanente las 24 horas.

Nosotros hemos podido verlo, se ha autorizado un protocolo de parte del General Sabillón y toda la plana mayor de la policía, establece que lo podemos ver cada ciertos días, hemos tenido que estar viviendo varias circunstancias, por ejemplo, las primeras dos semanas que él estuvo ahí, nunca lo sacaron, ni siquiera a tomar la hora del sol que establecen las normas las Reglas Mandela, hasta el día de ayer, yo, personalmente, pude contactarlo telefónicamente pues tampoco ese contacto con el mundo exterior se le había facilitado, las visitas las han permitido únicamente para su familia más cercana, es decir, para mí, para nuestros hijos, su madre, algunos de sus hermanos, se hizo la solicitud para que pudiera, algunas personas que habían pedido visitarlo, pues al final, creo que de cristianos visitar al que está en una situación de ésta, sin embargo, desafortunadamente, la nota fue filtrada, queriendo hacer aún más escarnio de una situación que no tiene nada que ver.

Pero, en general, Juan Orlando está con mucha fortaleza, con mucha disciplina, aprovechando para reflexionar, para leer, para tratar de entender esa venganza terrible de la que nuestra familia y no sólo nuestra familia, porque esto no solo tiene repercusiones para nosotros, es para Honduras también, se trata de nuestro país también, de que la mentira no puede prevalecer sobre la verdad, de que la injusticia no puede prevalecer sobre la justicia y también de ver tristemente cómo hemos caído muchas veces en celebrar, a lo malo se le llaman bueno y a lo bueno se le llama malo y como hemos visto que hay una semilla de odio terrible, pero que no podemos dejar que nuestros corazones se contaminan por eso, sino que más bien nuestra oración todos los días, es que se sane el corazón de aquellos que se han llenado de odio, de violencia y de maldad.

El día de ayer tuvimos la oportunidad, como se lo decía, de tener esta llamada, donde podemos participar varios de nuestros hijos, especialmente, dos de nuestras hijas que se encuentran fuera del país que y que no habían podido hablar con su padre, ha sido bastante duro, porque casi unos días después de que Juan Orlando llegó a este lugar, mi suegra perdió a su madre, es decir, la abuela de Juan Orlando y en ese momento se le pidió a las autoridades que le permitieran hacer una llamada para hacer consolar a su madre que estaba viviendo un momento tan duro y, sin embargo, fue negado a pesar de que de acuerdo a la ley, todas las personas que están en una situación de detención, ahí está escrito, tanto en la ley del Instituto Penitenciario, como las Reglas Mandela, que él debe de tener ese contacto con el mundo exterior, no se dio en ese momento.

Hasta el día de ayer yo pude hacerlo vía telefónica por primera vez y mis hijas lo primero hicieron un día antes, así que, hablamos como familia de lo que estamos viviendo y también en medio de todo eso, de poder tener un poco de normalidad, de poder conversar como cualquier familia. Nosotros somos una familia como todos, una familia que nos amamos unos a otros, que nos respetamos, que entendimos cuál fue el rol nuestro en los últimos años de servir y de trabajar por Honduras, aun a costa y sacrificio muchas veces de nuestra propia familia, pero lo hicimos con el amor que Dios puso en nuestro corazón por esta nación.

Así que, fue un tiempo de poder hablar con nuestros hijos, yo he podido ver a Juan Orlando, no quiero que se malinterprete lo que estoy diciendo, hablo de acceso a llamadas telefónicas, pero, personalmente, yo lo he podido ver, al principio, pude verlo todos los días, pero luego, a raíz de algunas situaciones y como le digo, del protocolo que establecieron, pues mis visitas se restringieron a una vez, un día de por medio a una hora al día, donde yo puedo, usualmente acompañarlo a la hora de la cena, porque      nosotros llevamos sus alimentos y poder compartir con él ese tiempo.

Mire, yo confío primeramente en Dios y sé que Dios es un Dios de justicia y estoy segura, como lo dije hace un momento, que mi esposo no es narcotraficante, mi esposo, su trabajo ha sido siempre combatir ese flagelo. Hace unos días veía una fotografía de una pancarta que alguien llevo el día que Juan Orlando fue a la primera audiencia y decía esa pancarta “el delito de Juan Orlando fue haber combatido al narcotráfico”, y me quedé pensando y reflexionando, realmente lo que estamos viviendo es una venganza orquestada por los narcotraficantes que fueron extraditados algunos, pero que en su mayoría, otros, se entregaron y negociaron allá en Estados Unidos y a cambio de rebajar sus penas, han empezado a decir una serie de mentiras y una serie de falsedades que estoy segura que no van a poder probar aquí en nuestro país, pues sus testimonios no tiene la veracidad, ni tienen las pruebas, ni el soporte.

Nosotros creemos que hay argumento de peso, eso yo no lo puedo discutir hoy, porque son argumentos de la defensa, pero sí, yo estoy convencida de que hay una gran oportunidad, porque hay argumentos muy sólidos para poder desvirtuar esas acusaciones que se han hecho. Yo quiero que pensemos y el pueblo hondureño que es un pueblo que razona, que conoce, que entiende y ustedes como periodistas que le han seguido la trayectoria a Juan Orlando a lo largo de los últimos 20 años, no sé, muchos más desde que él comenzó a … en la vida política, nunca se había escuchado una acusación de ésta sobre nuestra familia, en Honduras todos sabemos quiénes somos, no nos engañemos, ni pretendan engañarnos otros que tienen intereses de traer basura y lodo sobre nuestra familia, cada quien sabe quién es quién y ustedes vieron a Juan Orlando a lo largo de los últimos 12 años, porque cuando aún era presidente del Congreso, con un discurso permanece ,con un discurso constante de recuperar la paz y la seguridad en nuestro país, con aprobación de leyes que combatían en narcotráfico, entonces, quién a su sano juicio iba a aprobar leyes para que después se volvieran en su contra si hubiera estado metido en cosas como las que hoy estas personas quieren hacer creer.

Yo vi a Juan Orlando que trabajar incansablemente todos los días por este país, lo vi dar alma, vida y corazón para recuperar la paz de Honduras y ustedes y yo que vivimos en este país lo sabemos, Honduras dejó de ser el país más violento del mundo, hace dos días a salió un reportaje en uno de los medios de comunicación donde se decía que Honduras ya no está ni siquiera dentro de las 32 ciudades más violentas del mundo, cuando antes San Pedro Sula aparecía en los primeros  lugares y ¿ustedes creen que eso fue producto de la casualidad? no, eso fue producto de un trabajo, de un esfuerzo sostenido, liderado por el gobierno de Juan Orlando para combatir el narcotráfico.

Yo recuerdo muy bien cuando en el 2013 Juan Orlando era candidato y recuerdo muy bien cuál era su compromiso y recuerdo muy bien cuál era su trabajo y su dedicación, era por combatir este flagelo, aquí a mi casa vinieron Senadores de Estados Unidos, aquí en mi casa vinieron funcionarios de la Embajada de los Estados Unidos, funcionarios de la Agencia de Inteligencia a trabajar mano a mano y hombro a hombro con Juan Orlando, lo vi sentarse con el expresidente Obama, con el presidente Biden, con el expresidente Trump y todos ellos sabían del trabajo y esfuerzo que Honduras estaba haciendo en el gobierno, liderado por Juan Orlando, para combatir el crimen organizado para combatir la delincuencia y el narcotráfico, hay algo malo, hay algo torcido ahí, hay algo que no encaja, yo no puedo decirle qué es, lo que puedo decirle es que mi esposo es víctima de una venganza y entre cielo y tierra no hay nada oculto, tarde o temprano todo sale a la luz


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