En el Programa Monetario 2025-2026 anunciado por el Banco Central de Honduras (BCH), se prevé un crecimiento económico para este año de entre 3.5, a 4.0 por ciento; un pronóstico optimista y a la vez cauteloso dado el contexto actual de tensiones comerciales y restricciones migratorias.

Estas proyecciones están precedidas de la aprobación la tercera revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre marzo y abril pasados, y las declaraciones positivas de altos funcionarios del organismo que reconocen el buen desempeño y solidez de la economía hondureña.

A esto se añade el control de la inflación, el aumento de la producción nacional, la mayor asignación de divisas por medio de la subasta diaria y el control del gasto público, millonarias inversiones en energía y eficiencia de los subsidios, entre otros indicadores macroeconómicos.

Sin embargo, estos pronósticos son mayores a los que prevén organismos como el Banco Mundial, la Cepal y el mismo FMI, en vista que incluyen datos actualizados como el mayor flujo de divisas por aumento en las exportaciones de café y remesas familiares, se indicó.

Además, pese a que la economía hondureña sigue siendo resiliente y sólida, existen desafíos debido a las tensiones comerciales, restricciones migratorias con epicentro en Estados Unidos o mayor socio comercial de Honduras, y las constantes amenazas del cambio climático con inundaciones o sequías.

Este Programa Monetario cifra sus expectativas en el auge evidenciado en el sector agro que mediante el rubro del café que a mitad de esta cosecha ya reportó ingresos de divisas mayores a las registradas a la fecha en todo el ciclo productivo anterior.

Mientras que las remesas, aunque se prevé que en esta ocasión se aminoren de un 6.3, a 4.4 por ciento, aun así, siempre continuarían en números positivos apalancando el consumo y el comercio. La proyección para este año es similar al comportamiento que mostró la economía en el 2024, cuando creció un 3.6 por ciento.