La huella del «Chapo» Guzmán en Honduras y la caída de JOH


La situación se agravó con rapidez para el ex gobernante desde que, el 30 de marzo de 2021, una corte de Nueva York condenó a su hermano a cadena perpetua y 30 años

El narcotraficante mexicano habría entregado un millón de dólares en 2013 para financiar la campaña del ahora encarcelado exmandatario, cuya extradición demanda EU

Autoridades con el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (centro) en la dirección de las Fuerzas Especiales, tras su captura en Tegucigalpa.

San José.— El rastro de la penetración política en Centroamérica del narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán Loera con el cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México, llevó ayer a arresto provisional y preventivo al ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández, pedido en extradición por Estados Unidos por narcotráfico, contrabando de armas, asociación ilícita y nexos con el crimen organizado. 

Hernández, de 53 años, casado con la hondureña Ana García —con quien procreó a Juan Orlando, Ivonne María, Ana Daniela e Isabela—, abogado y presidente en dos periodos de 2014 a 2022 por el derechista Partido Nacional (PN-azul y blanco), salió ayer en las primeras horas de la tarde a la puerta de su residencia, en el barrio San Ignacio, en el oriente de Tegucigalpa, y fue detenido por efectivos policiales en un despliegue de tropas fuertemente armadas. 

Vestido con gorra azul, camisa celeste, chaqueta azul, pantalón de mezclilla azul y mascarilla azul, Hernández se mostró aparentemente sereno. Tras aceptar someterse a un rápido cateo físico de un policía con su rostro cubierto con pasamontaña negro que le explicó que fue registro de protocolo, los agentes le colocaron un chaleco azul antibalas y le esposaron con unas cadenas a manos y pies. Así caminó hacia una camioneta. 

Bajo un espectacular operativo de una caravana vehicular de seguridad, los oficiales condujeron al ex presidente a una estación policial capitalina de tropas élite o fuerzas especiales, donde en la tarde se le exhibió encadenado de manos y de pies, sentado a una silla. 

El ex gobernante inició un calvario judicial por el que quedó expuesto al riesgo de convertirse en el primer ex presidente de América Latina y el Caribe en ser extraditado por narcoactividad a EU luego de más de 50 años de que Washington declaró la guerra contra las drogas en junio de 1971. 

En una nota que envió anteayer a la cancillería de Honduras, el Departamento de Estado de EU solicitó la extradición de Hernández por los supuestos delitos de tráfico de drogas y de armas, asociación ilícita y vínculos con el crimen organizado, precisó ayer el secretario de Seguridad de Honduras, Ramón Sabillón. 

Después de que el gobierno de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, recibió la solicitud de EU, tropas de la policía con fusiles de asalto cercaron desde anteanoche la mansión de Hernández por peligro de fuga. Castro sucedió a Hernández en la presidencia a partir del 27 de enero pasado. 

Siendo mandatario, Hernández negó reiteradamente los cargos, insistió en que en sus gobiernos redujo el narcotráfico, defendió a su hermano al aducir que lo condenó “una mentira” y alegó ser víctima de los cárteles que desmanteló en su gestión presidencial y extraditó a EU. 

Washington reveló el 7 de este mes que en julio de 2021 despojó a Hernández de visa y lo incluyó en una lista de corruptos. 

LOS JUICIOS DE TONY

Los juicios a Antonio Tony Hernández, hermano del ex mandatario, y a otros 29 hondureños —políticos, policías y jefes criminales de Honduras— efectuados desde 2017 en Nueva York revelaron que, siendo candidato presidencial, Hernández supuestamente recibió un millón de dólares en 2013 de El Chapo para financiar la campaña de ese año que le llevó a la presidencia en 2014. 

La situación se agravó con rapidez para el ex gobernante desde que, el 30 de marzo de 2021, una corte de Nueva York condenó a su hermano a cadena perpetua y 30 años más de prisión por narcotráfico. Tony fue capturado en 2018 en Miami, Florida. 

En un mensaje que tuiteó ayer al amanecer, el ex presidente anunció estar a disposición de la justicia de Honduras y sus abogados defensores adujeron que, ante la voluntad de su cliente de someterse voluntariamente al trámite de extradición, sería innecesario ordenar su arresto preventivo.

No obstante, un juez designado por la Corte Suprema de Justicia para conducir el proceso giró la orden de captura.  

IRRUMPE EL CHAPO

Los informes sobre la corrupción militar y policial en Honduras activaron las alarmas en EU. Honduras fue gobernada, de 2010 a 2012, por el ahora opositor PN. Porfirio Lobo, presidente de 2010 a 2014, tiene a un hijo —Fabio— que fue detenido por la DEA en 2015 en Haití por narcoactividad y condenado, en 2017 en Nueva York, a 24 años de cárcel. 

Una investigación de 2015 de EL UNIVERSAL sobre la incursión política y criminal de Guzmán —condenado en 2019 en EU a cadena perpetua y 50 años más por narcotráfico y otros delitos– y del cártel de Sinaloa en Honduras arrojó, entre otros, los siguientes datos: 

Aunque la presencia de Guzmán en Centroamérica se remonta a 1993, con su captura en junio de ese año en suelo guatemalteco cerca de la frontera con México y tras huir por El Salvador y Honduras, la mayor influencia en la zona la ejerció tras su primera fuga de una cárcel de México en 2001. 

Un emisario de alto rango de El Chapo se reunió en Honduras en el último trimestre de 2012 con poderosos dirigentes políticos hondureños en una hacienda del nororiental departamento (estado) de Colón.

 El mensajero les entregó dinero para financiar campañas electorales y precisó las condiciones para desarrollar los negocios del cártel de Sinaloa con su aparato de “lavado” de dinero. 

                 2,400 DÓLARES POR TRAMO DE VIAJE

Según cifras a agosto de 2015, El Chapo y el cártel de Sinaloa pagaron 2 mil 400 dólares por tramo de viaje a los cárteles hondureños por cada kilo de cocaína que llegó por avión y por mar a la zona oriental caribeña de Honduras, procedente de Colombia y Venezuela, y que, desde sus áreas de mando, trasladaron por tierra a Guatemala rumbo a México y EU. Otra ruta fue de Honduras a Haití para seguir por mar a EU. 

Con los mecanismos establecidos por la red de Sinaloa, los cargamentos ingresaron a Honduras por la Mosquitia, en el oriental departamento de Gracias a Dios y frente al mar Caribe, y por otros puntos del litoral o pistas clandestinas de aviación. La mercancía fue entregada por los colombianos directamente a los mexicanos o a los enlaces hondureños de los mafiosos de México. (José Meléndez/El Universal)


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