En un trágico suceso ocurrido este jueves en el sector El Higuerito, municipio de Trujillo, departamento de Colón, Honduras, una mujer de 62 años, identificada como María Fernanda Medina, fue asesinada a puñaladas por su propio nieto, Pedro Antonio García Alonzo.

Según informes, el joven atacó de forma inesperada a su abuela con un arma blanca, causándole heridas fatales que le provocaron la muerte. Las autoridades policiales detuvieron al responsable tras el crimen.

Este lamentable hecho se suma a las estadísticas de violencia en el país, donde, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), se registran cerca de 80 asesinatos de mujeres en lo que va de 2025.

Contexto sobre la violencia en Honduras:

Honduras enfrenta una crisis de violencia persistente, siendo uno de los países más violentos de América Latina. Según el Observatorio de la Violencia de la UNAH, en 2024 se registraron al menos 230 asesinatos de mujeres, con una tasa de una muerte violenta cada 38 horas, y el 95% de estos casos permanece en la impunidad debido a investigaciones deficientes.

En 2025, la violencia contra las mujeres no ha disminuido, con 76 muertes violentas reportadas en los primeros cuatro meses, de las cuales nueve fueron feminicidios en abril, según la Secretaría de Seguridad.

El país cerró 2023 con una tasa de homicidios de 34.5 por cada 100,000 habitantes, la segunda más alta de América Latina, solo superada por Venezuela.

Aunque la tasa de homicidios ha disminuido en los últimos años (de 42 a 26 por cada 100,000 habitantes entre 2022 y 2024), sigue siendo la más alta de Centroamérica. Los departamentos más afectados incluyen Cortés, Francisco Morazán, y Colón, donde ocurrió el crimen mencionado.

La violencia en Honduras está impulsada por múltiples factores, incluyendo la narcoactividad, el sicariato, las disputas territoriales por el control del tráfico de drogas, y la delincuencia común.

En 2023, el 76% de los homicidios se cometieron con armas de fuego, y más de la mitad ocurrieron en áreas urbanas. Las mujeres son particularmente vulnerables, con un 34% de los homicidios femeninos ocurriendo en espacios privados, en contraste con el 8% para los hombres, lo que refleja una alta incidencia de violencia doméstica y de género.

En el caso de Trujillo, Colón, la región es conocida por su alta incidencia de violencia ligada al narcotráfico y conflictos territoriales. Incidentes como homicidios múltiples han sido reportados previamente, con tres masacres registradas en el departamento en 2022.

La impunidad, que alcanza el 95% en casos de feminicidios, agrava la situación, dejando a las familias sin justicia y perpetuando un ciclo de violencia.

Organizaciones como el Observatorio de la Violencia de la UNAH y grupos feministas han instado a las autoridades a implementar políticas públicas con enfoque de género y estrategias de prevención efectivas.

Sin embargo, la falta de recursos, la corrupción, y la ineficiencia del sistema judicial continúan siendo obstáculos para reducir la criminalidad y proteger a las poblaciones vulnerables, como las mujeres y los ancianos, en Honduras.