Luis Carlos Hernández: La falta de visión no le impidió ser un periodista ejemplar


*** Es todo un ejemplo de superación y perseverancia

*** Redacta noticias, entrevista y cubre eventos con normalidad

Luis Carlos Hernández Oliva, un profesional que se abre pasó en la vida sin poder ver. Nació sin la bendición de poder ver el rostro de sus padres, mucho menos el de sus familiares más cercanos; pero sí con un corazón de lucha, para superar los obstáculos que la vida le pone al frente.

“Algunas personas no creían en mí y al sol de hoy con mi actitud he demostrado que no hay nada imposible, que nada es difícil, todo es proponérselo”, expresó Oliva.

Luis Hernández, es un joven adulto de 31 años de edad, carismático, sencillo y sobre todas las cosas, soñador. Es originario de la aldea Toro Muerto, ubicada en el municipio de San Esteban, departamento de Olancho.

Su nombre completo es Luis Carlos Hernández Oliva el mayor de los cinco hijos que procreó don Luis Ramón Hernández y doña Eva Marina Oliva en su natal aldea Toro Muerto, municipio de San Esteban, en el departamento de Olancho.

Desde niño su vida no fue fácil, vino al mundo sin la dicha de poder ver. Por lo que esta condición le impidió tener una vida normal y por ende a desarrollarse con la naturalidad que lo hacían los demás niños de su comunidad.

Pero la vida le tenía preparado algo grande y especial, fue cuando estaba a punto de cumplir los 14 años, literalmente, una luz brillaría en su camino.

“Mi papá y unas amigas de la familia, Kenia Crozzer y Waleska Ramos, me dieron la oportunidad de venir a Tegucigalpa para poder estudiar”, relató.

Sin haber salido nada más que al casco urbano del municipio de San Esteban, todo el mundo exterior era totalmente desconocido para Luis.

“A los 14 años me trasladé a Tegucigalpa y me matricularon en primer grado en la Escuela para Ciegos Pilar Salinas, ahí hice mis primeros pininos”, recordó con nostalgia.

Trayectoria Educativa

Llegar a la ciudad, siendo prácticamente un niño, sin conocer a nadie, ni ningún lugar por dónde caminar, que bus tomaría para desplazarse de un lugar a otro, fue como vivir en un nuevo mundo para Luis Carlos.

“Mi mamá no quería que saliera de la casa e ingresara a la escuela. Era una decisión complicada porque ellos se ponían a pensar que con mi limitación visual cómo me iba a trasladar por la ciudad, los obstáculos, los automóviles y todo los demás” añadió.

Luis Carlos se graduó de la primaria y su mirada ahora estaba centrada en el colegio con un buen récord y notas, lo colocaron en excelencia académica de la Escuela Pilar Salinas.  

Posteriormente, a través de una beca otorgada por la Fundación Franciscana “para Nuestros Hermanos” logró ingresar al Instituto San Francisco, donde cursó el ciclo común, luego decidió estudiar Bachillerato en Ciencias y Letras. Reto que también pudo superar.

Fue representante estudiantil de la Facultad de Ciencias Sociales ante el Consejo Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y asistente de comunicaciones en la Secretaría de Educación Pública. Quien Redacta las noticias relacionadas con la Secretaría de Educación mediante un programa especial llamado “Jaws”.

Puertas abiertas

Pero sus ganas de seguir adelante y sobresalir en un mundo donde la mayoría le lleva cierta ventaja, él no se quedaría atrás.

Sin pensarlo dos veces realizó el examen de admisión y a los 22 años, le esperaba la máxima casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Su tenacidad, astucia y coraje forjado con el paso de los años, le dio fuerza para estudiar hasta el punto de obtener el título universitario de licenciado en Periodismo, carrera que ejerce con pasión.

Cabe recordar que mientras estudiaba en la universidad, simultáneamente también trabajaba.

Más que logro académicos

Su vida no está solo llena de logros académicos, Luis también ha incursionado en el mundo del deporte; en las disciplinas de atletismo participó en los Juegos Panamericanos en 2007 de Brasil (medalla de bronce) y los Paralímpicos de Beijing, en 2008 obteniendo el (lugar 16).

Su dedicación en los estudios lo ha llevado a convertirse en un profesional de excelencia. Además, en la actualidad labora en la unidad de comunicación y prensa de la Secretaría de Educación, donde redacta notas periodísticas.

Reflexión de su infancia

Al preguntarle ¿Cómo vivió su infancia? Respondió que tuve una infancia bastante complicada, con muchos retos y dificultades, por el hecho de no tener visión.

“Creo que es una de las circunstancias que me ponía analizar y no veía futuro alguno para mí, entonces en ese momento yo me despertaba con la misma historia, la misma rutina, quizá durmiendo, haciendo nada”, señaló.

“Siempre me preguntaba, ¿Qué va a ser de mi vida en un futuro? Aunque mi mamá y mi papá me trataban muy bien, me ponía a reflexionar que va a pasar conmigo, aparte que siempre me gustaba jugar futbol, pero por mis dificultades visuales era poco”, decía él.

“Tenía un poquito de visión, pero no era la adecuada para tratar con los otros cipotes de mi edad”, recalcó.

“Aun con todos mis limitaciones, los buenos recuerdos permanecen en mi mente, quisiera volver a vivir ese tiempo; porque no tenía nada en que pensar” Por lo que  ahora “tengo un sinnúmero de cosas, entonces era menos difícil al momento de las circunstancias y obligaciones”, añadió.  

Su visión

En este sentido, al pregúntale si podría recupera la visión dijo que: “Desde que nací, tenía poca visión, en la actualidad miro la claridad, algunos colores y puedo hacerme una imagen del mundo que me rodea; según la medicina, hasta dentro de 20 años podría operarme pero al sol de hoy sigo esperando”.

Sus inicios (Estudios).

“No creo que fui el mejor estudiante, pero siempre me esforzaba y siempre me gustaba aparecer en el cuadro de honor, poniéndome retos que son cosas que uno puede hacer, siempre permanecía en ese cuadro de honor”, aseveró.

“No por ganarle a los demás, porque no debemos de luchar por ser mejor que otra persona, sino que tratar de mejorar las cualidades de uno y yo no trato de luchar contra los demás, sino que trato de luchar contra mí mismo, ya que es uno de los temores que principalmente debemos vencer”, prosigió.

Pasatiempos favoritos

“Me gusta el futbol, también la música, leerme un buen libro, porque la lectura es un factor primordial para un buen periodista”, esto para tener un buen lenguaje”, dijo.

Por lo anterior, Oliva explica que, las actividades como las antes mencionadas son excelentes para la buena expresión al momento de comunicarse con las demás personas y no a veces quedar en ridículo, por el hecho de desconocer algunos temas.

“Siempre me gusta estar informado y por supuesto, divertirme siempre de manera sana, gracias a Dios nunca me ha gustado el alcohol”, explicó el entrevistado.

Se inspiró a estudiar periodismo

“En mi pueblo tenía un pequeño radio de baterías, por la cual siempre crecí que la idea que los famosos periodistas se encontraban en la radio y me gustó”, decía.

“Realicé pequeños pininos dentro de una radio de la comunidad en un tiempo que fui de vacaciones; estuve tres meses en dos radioemisoras, aun cuando voy de vacaciones, voy a la radio a divertirme un poco”, explicó.

“Tenía dos programas, uno en la mañana y otro en la tarde y desde ahí nació el periodismo en mí, tenía esa voz, tenía esa alegría tratando de animar a la gente”, recordó con melancolía.

“Siempre inventaba algo nuevo, ya que en la radio, si el locutor cumple una función es la de orientar a la gente; porque creo que los medios de comunicación no solo es de ir a payasear como en la actualidad lo hacen algunos, también se puede cumplir la función de orientar a la gente, brindarles nuevos conocimientos y divertirles sanamente”, explicó.

Experiencia laboral en Educación

“Es muy tranquilo, siempre me llevo muy bien con los compañeros, trato de hacer mi trabajo de la mejor manera; como todas las cosas, no voy a decir soy perfecto, porque como todo ser humano tengo mis defectos así como cosas que mejorar”, precisó.

Oliva relató, que cada día se levanto con ganas de hacer las cosas mejor, “si ayer me equivoque, hoy tengo la posibilidad de enmendar ese error”, añadió.

En este sentido, ejemplifico que “es como el atleta que si se cae y deja la carrera a medio palo no encuentra una satisfacción correcta; pero aquel que se levanta una o cuatro veces, llega a la meta aunque cansado, pero siente que logro un propósito”.(Yessenia Vásquez)


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