Nicaragua comunicó su decisión de retirarse de la Unesco, calificando de «inaceptables e inadmisibles» las acciones de la organización tras otorgar el premio a la libertad de prensa ‘Guillermo Cano’ al diario opositor La Prensa, que opera desde el exilio. La salida, efectiva el 31 de diciembre de 2026, refleja las tensiones por la libertad de prensa en el país, que ocupa el puesto 172 de 180 en la clasificación de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, lamentó la decisión, destacando que privará a Nicaragua de cooperación en educación y cultura. El premio a La Prensa reconoció su labor por «llevar la verdad» pese a la represión y el exilio de sus periodistas, que operan desde Costa Rica, Estados Unidos, México, España y Alemania. Fundado en 1926, el diario dejó de imprimirse en 2021 bajo presión gubernamental.

El gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo calificó el premio como «vergonzoso» y tildó a La Prensa de «engendro diabólico» que promueve intereses extranjeros. En una carta a Azoulay, el canciller Valdrack Jaentschke anunció la «soberana y firme decisión» de abandonar la Unesco, organización de la que Nicaragua es miembro desde 1952.

La Unesco, con 194 países miembros, defendió su rol en la promoción de la libertad de expresión. Nicaragua, que cuenta con la catedral de León y las ruinas de León Viejo como Patrimonio de la Humanidad, deberá cumplir sus obligaciones financieras hasta 2026.

Nicaragua enfrenta críticas por su control sobre los medios: desde 2018, 50 medios independientes han cerrado, 300 periodistas se han exiliado y cuatro han sido detenidos en el último año, tres de ellos en paradero desconocido, según RSF. La reforma constitucional de febrero de 2025, que otorga a Ortega y Murillo poder absoluto, incluye medidas de vigilancia sobre la prensa, agravando la crisis de libertades en el país.