
Trump, Lula y Milei lideran delegación americana al funeral del papa Francisco
La solemne despedida del papa Francisco prevista para este sábado en la basílica de San Pedro contará con una amplia delegación de altos mandatarios y representantes de América, subrayando la importancia global del primer pontífice latinoamericano.
Desde Washington, el presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump viajarán especialmente para participar en la ceremonia, reflejando el peso simbólico de Francisco en el escenario internacional.
En Sudamérica, Luiz Inácio Lula da Silva llegará junto a su esposa Janja, y Javier Milei, presidente de Argentina, asistirá acompañado de su hermana Karina—secretaria general de la Presidencia— y varios ministros, incluido el canciller Gerardo Werthein.
Otros jefes de Estado de la región confirmados son Daniel Noboa (Ecuador) y Luis Abinader (República Dominicana), este último con su esposa Raquel Arbaje y el presidente de la Cámara de Diputados Alfredo Pacheco.
En representación de México, viaja la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez, en tanto que Colombia envía a la primera dama Verónica Alcocer y a la canciller Laura Sarabia. Chile está presente con el canciller Alberto van Klaveren, el presidente del Senado Manuel José Ossandón y el titular de diputados José Miguel Castro. Guatemala, por su parte, delega a la ministra de Cultura y Deportes Liwy Grazioso.
Entre otros asistentes figuran el canciller Elmer Schialer (Perú), el ministro de Exteriores Javier Martínez-Acha (Panamá), el presidente de la Cámara de Diputados Raúl Latorre (Paraguay), y el canciller Mario Lubetkin (Uruguay). Venezuela envía al canciller Yván Gil y a la alcaldesa de Caracas Carmen Teresa Meléndez.
La gobernadora general de Canadá, Mary Simon, representará a la Corona británica, completando un abanico de autoridades políticas y diplomáticas que trasciende ideologías y fronteras.
Este despliegue de primeros mandatarios, jefes de delegación ministeriales y líderes parlamentarios resalta el legado unificador del papa Francisco, y el valor de su mensaje de cercanía a los más necesitados, al tiempo que refuerza el carácter ecuménico y global de la ceremonia de este sábado.