El balserito cubano Elián González ya es un diputado comunista y ferviente fidelista, yo tengo otros recuerdos de él


Foto principal: La dramática foto de un agente federal encañonando al niño balserito cubano Elían González, en MIami.(Foto Alan Díaz-Premio Pulitzer 2000).

Por. Alberto García Marrder

En mi época de corresponsal en Miami de una agencia de noticias española, el salvamento de un niño cubano, un balserito de cinco años en la costa sureste de Florida, nos mantuvo muy ocupados durante meses. Este estaba flotando en un neumático que le había puesto su madre antes de morir ella ahogada junto a otros once cubanos, tras hundirse la pequeña lancha donde venían desde Cuba.

Y había estado en esa casa modesta de su tío, Lázaro González, en la “Pequeña Habana”, cuando el 22 de abril del 2000, agentes del Servicio Norteamericano de Inmigración la asaltaron para llevarse a la fuerza al niño. Todo para entregárselo luego en Washington a su padre, Juan Miguel González Y poco después se lo llevó a Cuba para, prácticamente, entregárselo al entonces líder cubano, Fidel Castro. Y este convirtió a Elián en un arma propagandística contra sus enemigos de siempre, Estados Unidos y el exilio cubano de Miami.

Pues ahora Elián González tienes 29 años y es diputado por el Partido Comunista Cubano por la región Cárdenas,  en la Asamblea Nacional de 470 miembros, un congreso títere del gobierno cubano.

Y es padre de familia, de una niña con su esposa, Lianet Escaño Valdez.  Trabaja como ingeniero industrial en la empresa militar estatal Gaviota. Pero sobre todo, es un símbolo que el líder Raúl Castro y el actual presidente, Miguel Diaz Cañete, utilizan como propaganda, en medio de una agobiante crisis económica en la isla.

Elián repite los ya bien conocidos argumentos contra las sanciones que sufre la isla por parte de Estados Unidos desde hace más de 50 años, para justificar la actual crisis económica.

Cuando se graduó de ingeniero industrial, dedico su diploma a Fidel Castro y dijo: “Los nuevos profesionales matanceros asumimos la tarea de luchar desde cualquier trinchera que demande la Revolución”.

Y también expone sus dudas:  ““Habría sido mucho más fácil irme y vivir mejor, tal vez hubiese vivido mejor…  pero no creo que hubiese sido lo correcto”.

Durante los cinco meses que vivió Elián en Miami, en la casa de su tío y su prima Marylesis, en el barrio “La Pequeña Habana”, el exilio cubano también lo usaba como propaganda contra el régimen cubano. La familia se negó a regresarlo a Cuba con su legítimo padre, que lo reclamaba.

Estoy en capacidad para revelar lo que paso esa noche del 22 de abril de 2000 y como se hizo la famosa foto de Alan Diaz, de la Agencia AP, que logró meses después el prestigioso Premio Pulitzer.  Como muchos otros periodistas, yo estaba ahí esa noche. Pero a medianoche, me fui mi casa a dormir y me perdí, por cinco horas el circo posterior.

Pero de todos los periodistas presentes, solo uno sabía que en esa madrugada soldados americanos iban a asaltar esa modesta casa para llevarse el niño a Washington, para entregárselo a su padre. Ese era el periodista portugués Rui Ferreira, un gran experto en el tema de Cuba, donde vivió y que trabajaba entonces para el diario “El Nuevo Herald” y el ”The Miami Herald”. Y por algo en la acera de la casa había instalado una pequeña tienda de campaña y una escalera.

Elián unos años después ya viviendo en Cuba.

Rui y yo éramos entonces buenos amigos y colegas, pero no podía compartir conmigo el gran secreto ni con su director (entonces Carlos Castañeda):  el “tip” de que lo iba a pasar esa madrugada se lo dio, personalmente a el, y a otro periodista, este de la cadena CNN, nada menos que Janet Reno, entonces la Fiscal General del presidente Bill Clinton.  Rui me ha dado permiso para revelarlo ya que ella ya murió.

Como a las cinco de esa madrugada, cerca de unos 40 agentes bien armados del “Inmigration Naturalization Service” (INS) se estaciona al frente y por detrás de la pequeña vivienda. Y tiraron con una patada la puerta principal.

Lázaro Gonzales salió a la calle y le gritó al fotógrafo Alan Diaz, “que vienen los gringos” y este saltó la verja con su cámara de fotos y entró a la casa preguntando donde estaba Elián.

Le dicen que en la habitación de su prima y se pone a esperar. Uno de los dos pescadores que lo rescataron del mar, Donato Dalrymple, coge al niño y se esconden en un armario de ropa de mujer, de la prima Marylesis.

Entra un agente del INS y apuntando con su semi- fusil MP5,  (cuyo nombre he averiguado, James Goldman) apunta hacia el pescador y el niño, este asustado y  llorando) y le grita, varias veces al fotógrafo que se acerca :  BACK OFF”  (“Atrás”) .

Diaz toma entonces esa famosa foto que al día siguiente seria portada en miles de periódicos en todo el mundo y que gano, meses después el prestigioso Premio Pulitzer de foto-periodismo. (Diaz murió en el 2018).

Elían en Cuba con su novia, Lianet Escaño Valdés, con la que tuvo una niña.( Foto Facebook).

Goldman le da el niño a una agente y esta le dice, con acento mexicano: “Tranquilo papacito, pronto verás a tu papi”.

Toda la operación no tardó ni un minuto, Despiertan en la Casa Blanca al presidente Bill Clinton y a la Fiscal General con la noticia. Y desde Madrid, me llaman desde la Central de la Agencia EFE y en menos de 20 minutos, medio vestido y sin afeitar, ya estoy en mi oficina de Miami transmitiendo las urgentes. Y con el corazón en vilo.

Si el periodismo es apasionante, el de una agencia de noticias lo es mucho más.


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